Tras más de cuatro años cancelado, el servicio de tren que conecta a Pinar del Río y La Habana será restablecido muy pronto, según informó el ministro cubano de Transporte, Eduardo Rodríguez Dávila.
De acuerdo con lo que adelantó el funcionario a través de Facebook, el tren retomará su ruta entre ambas provincias en la segunda decena del próximo mes de mayo, para lo que existe un programa de preparación y ya están “definidos” los detalles.
La ruta tendrá cinco coches, con una capacidad total de aproximadamente 400 pasajeros, y está previsto que salga de la Estación de Pinar del Río con destino a la Estación ‘19 de noviembre’, ubicada en Tulipán, en la capital cubana.
Rodríguez Dávila destacó que se trabaja en la implementación del código QR y del pago a través de Transfermóvil, como “opción para la comercialización de los pasajes”.
No obstante, el ministro explicó que el deterioro que ha sufrido la infraestructura y “en especial la vía férrea” en los últimos años, ha obligado a “desplegar un plan intensivo con brigadas de vías de La Habana y de Pinar del Río para su recuperación”.
Lo anterior hará que inicialmente el tren vuelva a trabajar, como anunció desde marzo la Unión de Ferrocarriles de Cuba, con “precauciones” que garanticen una “circulación segura”, advirtió el ministro.
En los tramos “más críticos”, el tren reducirá su velocidad y, según se avance en el mantenimiento de las vías, la irá “incrementando paulatinamente” hasta alcanzar la definida en el itinerario.
En palabras de Rodríguez Dávila, el restablecimiento de este servicio, un reclamo de cientos de cubanos, supone “un esfuerzo grande”, debido a “la compleja situación de los coches de pasajeros y las locomotoras, así como el estado de las vías y de las estaciones”.
El dirigente detalló que el peor tramo es el de Rincón a Artemisa, ya que en la travesía por los municipios de Güira de Melena y de Alquízar han aumentado los vertederos de basura cercanos a la vía, “indisciplinas sociales que repercuten en la seguridad y la eficiencia de la circulación ferroviaria”.
Actualmente, dijo Rodríguez Dávila, “las brigadas se concentran en las labores de colocación de traviesas, levante, nivelación y alineación de la vía, así como “el engrase de conexiones, la chapea de maleza, la pintura de señales y el riego de piedra”.
También se atenderán gradualmente las estaciones ferroviarias, sobre todo las que “requieren acciones de menor envergadura, como pintura, carpintería y, en algunos casos, la cubierta de los techos”.
De igual forma, habrá que “revisar las comunicaciones y la iluminación de estas instalaciones, vitales en el proceso de comercialización del servicio”.
Algunas estaciones, resaltó el ministro, tienen “más de 100 años de explotación”, por lo que “demandan de grandes inversiones y recursos que se proyectarán en otras etapas”.
Los coches que brindarán este servicio, añadió, están siendo alistado por la empresa Ferromar en el Taller de Angosta y la locomotora se acondiciona en el Taller de Pinar del Río, donde se le colocan baterías y se realizan otros trabajos de mantenimiento y de reparación.
Otros asuntos que las autoridades del sector aun no han resuelto son la reparación del techo del taller, la disponibilidad de una planta para el fregado de los equipos, el hospedaje y el uniforme de la tripulación, y la aplicación de un sistema de pago por resultados, que “beneficiará al personal involucrado en el servicio”.
