Los cubanos, conocidos por su ingenio y capacidad para adaptarse y sobrevivir, han redefinido el concepto de «autopropulsado».
En una demostración de «innovación» al estilo cubano, un grupo de pasajeros no solo abordó su tren en Sagua la Grande, sino que también asumió el papel de locomotoras humanas, empujando el tren para iniciar su viaje hacia la ciudad de Santa Clara. Y no estamos hablando del famoso «tren blindado».
Este peculiar incidente, capturado en videos que se han viralizado en redes sociales, muestra a los viajeros aplicando una técnica poco convencional: el empujón colectivo.
La técnica utilizada por los cubanos, sirvió para mover el tren varios metros y lograr que arrancara, ilustrando así un nuevo método de transporte público, impulsado puramente por la fuerza de voluntad (y la fuerza física). Recordemos que, como una vez expresara magistralmente Teófilo Stevenson, «la técnica es la técnica, y sin técnica no hay técnica».
¡Y esta se las trae!
Los videos, que podrían confundirse con una escena cómica de una película, reflejan la realidad diaria y los desafíos en la infraestructura de transporte en Cuba, donde, al parecer, algunos trenes necesitan más que carbón o electricidad para moverse.
Los cubanos, conocidos por su ingenio y capacidad para adaptarse y sobrevivir en medio de todas las miserias que conoce el pueblo en 65 años, han llevado estas habilidades a un nuevo nivel, redefiniendo el concepto de «autopropulsado».
Entre risas y gestos de incredulidad, los internautas han reaccionado al video, algunos alabando el espíritu de colaboración y otros criticando las condiciones que requieren tales medidas.
Y es que en Cuba, en un tren, no llevas solo tu equipaje, sino las cartas necesarias para tener que empujar tu tren, si llega el momento – como este – en que la que te mueve de lugar, termina siendo movida por ti mismo, destacando el absurdo de la situación con el evidente toque de humor negro.
Este episodio no solo ha proporcionado material para memes y comentarios sarcásticos en línea, sino que también ha puesto de relieve la creatividad y la resiliencia de los cubanos frente a las adversidades cotidianas.
Mientras el tren finalmente se puso en movimiento, la determinación y el esfuerzo colectivo de los pasajeros dejaron un mensaje claro para todos: en Cuba, el verdadero poder está en las manos de la gente, literalmente.
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