Un repartidor de pizzas está siendo llamado «superhéroe» luego de salvarle la vida a cinco niños de la muerte, pero ahora se encuentra ingresado en un hospital y con una factura médica que «alguien», lo más seguro que él mismo, a pagar.
El valiente hombre, de 25 años de años de edad conducía por un vecindario en Lafayette, Indiana, alrededor de la medianoche del 11 de julio cuando vio una casa envuelta en llamas. Cuando fue a llamar al 911 se dio cuenta que había dejado olvidado su teléfono en casa.
Curioso, se acercó y era tanto el humo y las llamas que no podía ver ni oír nada cuando, de pronto, vio una silueta de alguien corriendo frenéticamente dentro de la casa. Entonces, no lo pensó dos veces.
Nicholas Bostic, que así se llama este «superhéroe» entró a la vivienda. Logró sacar a cuatro por la puerta e incluso debió saltar de un segundo piso con una niña en sus brazos.
Finalmente el resultado fue este: Le salvó la vida a Seionna Barrett, una joven de 18 años que cuidaba a sus tres hermanos menores y a uno de sus amigos mientras sus padres jugaban a los dardos en un bar cercano. Seionna resultó ser «la silueta» que él vio corriendo, antes de arriesgarse a meterse dentro de la casa.
Pero, además, le salvó la vida a Shaylee, 13; Kaleia, 1; y la amiga de Shaylee, Livian Knifley, de 13 años; y también a la hermana de Seionna, Kaylani, de seis años. Esta fue la niña que él agarró y saltó por la ventana rota en el segundo piso mientras la protegía con su propio cuerpo. ¿Es o no un superhéroe? ¡Claro que lo es!
Sobre el rescate de la niña de 6 años contó:
«Cuando entré (a la casa) miré debajo de las camas y los armarios, pero yo no pude encontrarla,» dijo en referencia a la menor de 6 años que salvó.
«Pero cuando llegué a las escaleras, escuché un leve llanto y pensé «No quiero morir aquí», dijo el rescatista.
Conteniendo la respiración, Bostic levantó a la niña que lloraba. Como ya no podía salir por la puerta en llamas, volvió a subir las escaleras a tientas, pues era incapaz de ver nada a través del espeso humo negro. Todo lo que veía era un pequeño rectángulo de luz que provenía de las habitaciones de arriba.
Una vez arriba, el heroico repartidor de pizzas abrió una ventana, envolvió a la niña alrededor de su lado izquierdo y saltó en el aire, cayendo dos pisos y rompiendo la caída de la niña con su propio cuerpo. Bostic resultó gravemente herido en el escandaloso rescate y se desplomó inmediatamente después, habiendo sufrido inhalación de humo, quemaduras en varias partes del cuerpo y una importante laceración en el brazo tras la rotura de la ventana y la posterior caída. Debido a la gran cantidad de humo que inhaló y las quemaduras Bostic fue hospitalizado.
Su acto heroico quedó grabado en un video.
La factura médica
«Nos sentimos muy bendecidos por lo que hizo Nick», dijo uno de los padres de los niños al diario The Washington Post.
Por su parte, el teniente del Departamento de Policía de Lafayette, Randy Sherer, dijo sobre este superhéroe:
«El desinterés [de Bostic] durante este incidente es inspirador. Lo que no entiende es que sus acciones no fueron ordinarias, fueron extraordinarias.»
«Bajó esas escaleras para salvar a esa niña cuando pensó que era imposible momentos antes… Solo hay una manera de definir eso: valiente y heroico,» añadió.
Pero, ahora Bostic, que se ha ganado los aplausos de los padres de los niños, los agentes del orden público y los funcionarios del gobierno local por sus increíbles esfuerzos, tiene una factura médica que pagar.
En el hospital fue visitado y todo por el alcalde de Lafayette, Tony Roswarski, después de recuperarse de sus heridas, pero ni siquiera el alcalde de la ciudad tiene potestad para anular la factura médica.
Por suerte, la comunidad de Lafayette se ha unido en torno a la familia Barrett y Bostic, organizando varios eventos de recaudación de fondos y páginas de GoFundMe para ayudar a la familia a reemplazar sus pertenencias y pagar la atención médica del joven superhéroe y habían logrado recaudar más de $ 30 mil dólares antes de que saliera al aire el artículo de The Washington Post, lo cual todavía lucía insuficiente.
«Ir al hospital es caro… Estoy muy agradecido de que todos hayan sido tan amables y generosos», dijo este superhéroe, quien se desempeña como repartidor de pizzas al diario The Washington Post, y cuyo salario evidentemente no parece alcanzarle para pagar la factura médica que le hizo llegar el hospital.
Por suerte, gracias a que la noticia generó interés nacional, ya se han logrado conseguir $ 448 mil dólares para ayudarlo con su factura médica y para contribuir a que los demás, logren reponer sus pertenencias perdidas.
Bostic pudo finalmente, tras salir del hospital, conocer a la familia y a los niños a los cuales les salvó la vida.
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