El hospital de Morón se encuentra colapsado y no posee las condiciones para atender a los más de 1 000 positivos diarios que ha reportado el territorio desde hace varios días.
La situación con los ingresos en los hospitales avileños, más específicamente en el hospital de Morón, es tan crítica que al personal del hospital se le ha ocurrido, nada más y nada menos que… ¡vender las camas! a aquellas personas que «quieran» permanecer ingresados.
Así lo reconoció la propia prensa oficialista, más específicamente el diario Invasor, paradigma en estos momentos de lo que debe ser -o al menos lo intentan- el periodismo cubano. Invasor se trasladó hasta el hospital de Morón ante el runrún de que allí, los caníbales y auras tiñosas de siempre, esos que sacan a relucir su lado más bajo y mercantil en medio de la miseria y la crisis, estarían negociando las camas.
¿Te quieres ingresar? ¿Necesitas ingresarte en el Hospital de Morón? Pues les das 3000 CUP y aparece la cama. Egresan a alguien que se encuentra un poquito mejor que ayer, y te la dan a ti.
Así de sencillo. Así como lo oyen. Por cierto, el pasado viernes se dio a conocer «la captura» de individuos que se dedicaban a vender medicamentos en Ciego de Ávila, los cuales sustraían de los hospitales de la cabecera provincial, y del propio hospital de Morón.
Fueron residentes de la localidad los que de boca en boca hicieron rodar la información. Esta viajó de oído en oído y llegó al Invasor, que según confiesa la periodista Amanda Tamayo Rodriguez al trasladarse ellos al hospital Roberto Rodríguez, de Morón, para investigar la posible ventas de las camas y, en caso de confirmarse la noticia, saber si estas podrían alcanzar un valor de hasta 3000 mil pesos, no pudo confirmarlo pero encontró indicios de que así al parecer estaba sucediendo.
“No pudimos confirmarlo, pero por alguna razón seria es que la licenciada Rafaela García, jefa de Registros Médicos y Estadísticas, ha tenido que ponerse fuerte y endurecer el engranaje de los ingresos”, dijo Tamayo Rodríguez.
Al parecer «Fela» se enojó muchísimo con la denuncia de que trabajadores suyos estarían lucrando con las camas en el hospital de Morón, y tomó una serie de medidas para evitar que la compra-venta de camas continúase ocurriendo, entre las que destacan verificar ella misma, cama por cama, historia clínica por historia clínica, cada paciente.
“Todo el mundo tiene que pasar por el sistema estadístico” y gracias a ello afirma Fela, “lo hemos acorralado bastante”.
El hospital de Morón se encuentra colapsado y no posee las condiciones para atender a los más de 1 000 positivos diarios que ha reportado el territorio desde hace varios días; por lo cual se han visto obligados a orientarle a los positivos que mejor estado de salud tienen, o menos graves al ojo de buen cubero de los doctores, a que regresen a sus casas.
“Son 46 camas de vigilancia intensiva con ventilación, de las que 28 tienen altas prestaciones. Siete para la sala de UCI pediátrica, y otras 73 de pediatría; 78 para embarazadas y más de 200, en total, para adultos”, explica el diario.
Los males allí, provocados sin dudas por la llegada de los turistas extranjeros -rusos e ingleses a la cayería norte turística, en la que trabajan miles de residentes de Morón que se han contagiado con estos extranjeros- no se limitan solo a encontrar una cama en el hospital.
Según señala Invasor hay, «medio millar de personas adoloridas o asustadas, con sus acompañantes. Medio millar de gente que necesita ropa, comida, medicinas, un baño limpio, cinco o seis nasobucos por día, un enfermero pendiente de su historia clínica, saber el resultado de su placa, recibir el PCR en tiempo, ponerse una mascarilla de oxígeno para aliviar el ahogo”.
“Pero enfrentar al SARS-CoV-2 requiere también de cosas más elementales y viejas. 1 200 sábanas y 500 ropas de pacientes. Soldar 35 butacas de acompañantes, 12 mesas y 31 camas, por largo tiempo rotas hasta que se pensó en que la Fábrica de Calentadores Solares de RENSOL y una brigada de cuentapropistas podían asistir a la dirección de electromedicina”, apunta el diario que, entre líneas, reconoce que «la potencia médica» simplemente se desinfló.
Al menos en el hospital de Morón.
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