La invasión rusa a Ucrania: ¿Guerra fría o caliente?

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La hora cero de la invasión rusa a Ucrania se localiza minutos antes de las 5:00 de la mañana hora de Ucrania. Fue el punto de no retorno que echó dramáticamente por el piso el último intento diplomático por evitar el conflicto armado entre Rusia y Ucrania. Todo parece de un negrísimo y planificado humor. En plena sesión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, presidido precisamente por la nación que hoy busca anexarse a Ucrania, como mínimo, Vladimir Putin desencadenó el ataque al territorio soberano de este país. El representante ruso Vasily Nebanzya quedó prácticamente sin guion en medio del cónclave al enterarse junto con el resto de los presentes del decisivo suceso justificado débilmente con un inexistente genocidio ucraniano en la región separatista pro rusa del Dombás, con tintes nazis.

Mientras que la invasión rusa a Ucrania semeja alarmantemente la irrupción de la Alemania nazi en 1937 en los Sudetes polacos, sin previa declaración de guerra. Putin tampoco ha declarado oficialmente la guerra a Ucrania. Apenas define a su incursión como “operación especial” en auxilio de dos repúblicas fantasmas, casi inventadas a la carrera para justificar la voluntarista operación militar que aun reclama defender a personas y a la paz.

Putin advierte a quien se atreva a intervenir en auxilio de Ucrania que sufrirá consecuencias inimaginables. “Cualquiera que intente interferir con nosotros, o más aún, crear amenazas para nuestro país y nuestro pueblo, debe saber que la respuesta de Rusia será inmediata y lo llevará a consecuencias como nunca antes ha experimentado en su historia”. Dicho de otra manera: lanzará ataques con bombas atómicas. A buen entendedor… Esta declaración queda para la historia que se escribe minuto a minuto y redefine el siglo XXI. En las redes sociales el tema III Guerra Mundial es trending. Poco se habla ya de volver a la Guerra Fría. Lo que se pensaba ya se expresa abiertamente. Los miedos salen a pasear.

El presidente estadounidense Joe Biden declaró a los pocos minutos de la invasión que “el presidente Putin ha elegido una guerra premeditada que traerá una pérdida catastrófica de vidas y sufrimiento humano”, haciendo a Rusia responsable única por “la muerte y la destrucción que traerá este ataque, y los Estados Unidos y sus aliados y socios responderán de una manera unida y decisiva.”

Toda Ucrania está bajo ataque. Las principales ciudades, incluida la capital Kiev, han reportado explosiones, ataques de baterías terrestres y de armas aéreas: aviación, helicópteros y misiles balísicos. Cientos de miles de ciudadanos escapan de las urbes. Las carreteras están atestadas de automóviles desesperados. Impera la ley marcial, dictada por el gobierno de Volodomir Zelenski, cuyos mandos reportan la muerte de una decena de civiles y unos 40 soldados como resultado de los primeros ataques. A la vez, medio centenar de uniformados rusos murieron, sin confirmación por la parte de Moscú, que sí aseguró haber destruido las bases aéreas ucranianas y sus defensas antiaéreas. Ucrania a su vez, declara haber derribado cinco aviones rusos y un helicóptero.

El espacio aéreo ucraniano está cerrado. Ningún avión civil vuela sobre su territorio. Ninguno despega ni aterriza en sus aeropuertos. Suenan alarmas en las principales plazas.

Aunque los ataques se concentran en las zonas sur y este, Kiev confirmó que las tropas rusas están penetrando a través de la frontera de su incondicional aliado Bielorrusia.  Principalmente por la región noreste de Chernihiv. Rusia había desplegado unos 30.000 efectivos con el pretexto de maniobras conjuntas con tropas bielorrusas. Los servicios de espionaje ucranianos y occidentales sospechan que este sería el camino más corto para llegar a Kiev.

El Ministerio de Defensa ruso afirma estar utilizando “armas de alta precisión” para inutilizar la infraestructura militar, las instalaciones de defensa aérea, los aeródromos militares y los aviones del ejército ucraniano, según la agencia estatal rusa RIA, sin ocasionar daños a la población civil.

El presidente francés, Emmanuel Macrón, uno de los que más hizo por la salida diplomática al conflicto, anunció que de las cumbres que celebran el G7, la Unión Europea y la OTAN saldrán paquetes de “sansiones de gran embergadura contra Rusia”, según reporta EFE. Adelantó que “estarán al nivel” de la gravedad de los hechos, afectando al sector de la energía. Mientras, el precio del barril de petróleo supera los 100.00 dólares.

A la vez, Putin se reúne con el primer ministro de Pakistán Imran Khan, con motivo de una visita oficial de este a Rusia. Se especula que negociarán la construcción de un gasoducto en territorio pakistaní, para compensar la inhabilitación del Nordstream 2 por Alemania.

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