El panorama de la vivienda en Cuba enfrenta desafíos significativos, lo que plantea preocupaciones sobre el futuro habitacional en el país. Según un informe publicado en el diario oficialista Granma, actualmente, aproximadamente 60,000 familias cubanas viven en condiciones precarias, sin tener un hogar adecuado y teniendo que residir en viviendas improvisadas o incluso en el suelo.
La situación es aún más alarmante considerando el pronóstico de que más de 7,400 viviendas en 130 pueblos costeros quedarán bajo el agua debido a los efectos del cambio climático y la subida del nivel del mar, según se menciona en un artículo publicado por el portal oficialista Cubadebate. Esto plantea un desafío adicional para garantizar la disponibilidad de viviendas seguras y adecuadas para las comunidades afectadas.
A pesar de los supuestos esfuerzos realizados por el gobierno cubano en el pasado para abordar el déficit habitacional y mejorar las condiciones de vivienda, persisten desafíos significativos.Tan significativos que recientemente se reveló que existen hasta personas viviendo en cuevas, en la provincia de Guantánamo.
El informe dado en la Asamblea Nacional del Poder Popular, menciona que el país aún enfrenta un déficit de casi un millón de unidades habitacionales, lo que requiere esfuerzos de construcción y rehabilitación a gran escala.
Según las estadísticas proporcionadas por el gobierno, más de 60 mil familias cubanas viven en casas con piso de tierra. Aunque se planificó eliminar 22,540 de estas viviendas, al cierre de mayo solo se habían eliminado 2,103, lo que representa el 3% del total y el 9% del plan anual. Es importante destacar que esta cifra es inferior al número de viviendas con piso de tierra contabilizadas a principios de 2021, que era de casi 91,000. Sin embargo, la fiabilidad de esta cifra es cuestionable, ya que al finalizar el año 2022, aún quedaban más de 34,000 familias viviendo en esas condiciones solo en la provincia de Granma.
Además del problema de las viviendas con piso de tierra, también existe un atraso significativo en la eliminación de las cuarterías contabilizadas en el país. De las 9,000 cuarterías registradas, solo 154 han tenido algún tipo de intervención. Al cierre de mayo, solo se habían completado nueve intervenciones, lo que representa el 6% del plan anual.
Existen al menos 109,185 viviendas dañadas pendientes de solución, y casi la mitad del plan de construcción de viviendas no se cumplió el año pasado.
Estas estadísticas reflejan los desafíos que enfrenta Cuba en términos de vivienda y la necesidad de tomar medidas para mejorar esta situación y brindar condiciones habitacionales adecuadas a la población.
Para abordar estos problemas, se requiere una planificación urbana integral y enfoques flexibles de financiamiento. Además, es necesario involucrar a arquitectos comunitarios y nuevos actores para encontrar soluciones innovadoras. La construcción y rehabilitación de viviendas deben priorizarse, así como la implementación de estrategias para prolongar la vida útil de las viviendas existentes y garantizar su mantenimiento adecuado.
El derecho a una vivienda adecuada y segura es fundamental, y es importante que el gobierno y la sociedad trabajen en conjunto para abordar los desafíos actuales y futuros en el sector de la vivienda. Se necesitan inversiones y estrategias sostenibles para garantizar que todos los cubanos tengan acceso a viviendas dignas y asequibles.
El futuro de la vivienda en Cuba requiere una atención prioritaria y un enfoque integral para superar los desafíos actuales y proporcionar un entorno habitacional seguro y adecuado para todos los ciudadanos.
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