El niño cubano Ángel Chala Castañón, de 5 años, murió durante una “fiesta” organizada por privados en el reparto Chibás del municipio habanero de Guanabacoa, luego que pisara un cable eléctrico “pelado” expuesto que alimentaba el aparato de espuma que se promocionaba como uno de los principales atractivos del evento, con un costo de 200.00 pesos cubanos y con acceso solo permitido a los menores sin adultos acompañantes.
La madre del fallecido, Zuleydi Chala Castañón anunció la muerte de Ángel en sus redes sociales: “el día 18 de junio se murió mi negrito lindo por una negligencia en el parque de la calle 1ra. entre 10 y 11, reparto Chibás. Murió electrocuado. Hoy estoy llorando a mi hijo de 5 años por culpa de ese parque. Pido justicia, pido clemencia y humanidad. Hoy fue mi hijo, mañana puede ser otro niño. Madre, cuide a su hijo porque duele mucho y no te imaginas que en un parque de atracciones que se supone que es para que tu hijo se divierta pueda haber peligro y morir. Duele en el alma”, declaró la mujer.
Según publicó en sus redes sociales por el cubano Vigo Duarte, residente en México pero de visita por estos días en Cuba, y vecino del niño, quien jugaban frecuentemente con su hija, “después de la reconstrucción de los hechos, el peritaje policial determinó que un cable pelado, el cual alimentaba dicho aparato de espuma, atravesaba sobre el piso donde los niños se divertían y realizaban sus actividades. Este, al ser pisado por el infante, causó la muerte instantánea”, y remarcó con indignación que a pesar de las evidencias las “autoridades no achacaron responsabilidad al dueño de dicho lugar”.
Al día siguiente del fatal accidente, el parque abrió de nuevo sus puertas con la misma oferta y condiciones. Nadie resultó culpado por la muerte de Ángel. Según Duarte, las autoridades o los responsables de la actividad “tuvieron el gesto de apoyar a su familia en su doloroso proceso” y refrendó que “tan responsable es el negligente que realizó el montaje, sin percibir la consecuencia de riesgo que ocasionó la muerte de este niño, como también, no fue supervisado por el personal responsable de esta instalación”, apuntó.
El cubano pasó a alertar a “las autoridades del gobierno por la imparcialidad de medidas al respecto. Mi hija de apenas siete años también pudo ser víctima ese día, cualquiera de los inocentes también. Esperamos que la justicia no se haga impune a los hechos ocurridos y se tomen medidas que garanticen la seguridad de nuestros menores. Estaremos al tanto de ello”.
