Se repite la misma historia. Hace algunos años ante el aumento de la electricidad periodistas de la televisión cubana preguntaron en las calles de La Habana lo que creían de la subida, lo que en cualquier lugar del mundo hubiera provocado protestas masivas. Lógicamente las respuestas no solo fueron favorables sino que llegaron a agradecer al gobierno por tener el gesto de aumentar la tarifa. Ahora se repite el mismo guion. Un periodista del sistema informativo salió a las calles y preguntó “espontáneamente» a los cubanos su opinión sobre el aumento del precio del combustible que entrará en vigor el 1 de febrero.
¿Las respuestas? Seguro ya las imaginan. Creemos que es necesario para que luego todos nos beneficiemos de esa medida que permitirá reordenar la economía, dijo una mujer en el noticiero estelar. Un hombre aseguró que es una norma muy justa porque en Cuba se vende la gasolina a precios muy baratos. Algo así fueron las respuestas obtenidas por el periodista en su búsqueda de la opinión pública.
No hubo un cubano que criticara la medida, o que al menos la cuestionara en lo más mínimo. Insólito diría cualquiera que aterrice de repente en Cuba. Lo mismo puede tomarse a broma que con preocupación porque como dirían nuestros abuelos lo que se ve en Cuba no se ve en ningún lado.
Ni el reporte ni los “entrevistados” hablaron de que la mencionada subida de la gasolina repercutirá negativamente en su calidad de vida diaria, que aumentará posiblemente la mayoría de los precios de los productos básicos que se deben comprar en las mipymes porque el Estados no tiene capacidad de entregarlos en la canasta básica, y que los precios de los almendrones y otros servicios de taxis privados subirán al doble o al triple como ya está sucediendo.
Esta normativa forma parte de otro grupo de medidas que serán aplicadas para «reordenar» los desajustes de la económica cubana de acuerdo a declaraciones del mandatario Miguel Díaz-Canel.
Lo cierto es que los especialistas han coincidido en que las nuevas regulaciones tensarán más la vida de los cubanos y han sido consideradas como parte de un paquete neoliberal que traerá a corto plazo un mayor empobrecimiento del país.