Nadie en Cuba, ningún trabajador, desfiló este 1ro de Mayo exigiendo un salario digno. Nadie desfiló exigiendo un mejor almuerzo; y es probable que si alguien desfiló en apoyo a los trabajadores del mundo, el régimen lo disfrazó de apoyo a la élite gobernante.
La cifra anunciada por el régimen cubano de más de cuatro millones de participantes en los desfiles por el 1ro de Mayo pudiera catalogarse sin dudas como «La Gran Guayaba del 2024», porque el régimen podrá decir una cosa, pero la realidad vista sobre las calles ha sido otra.
Las dificultades que enfrenta el país, incluyendo escasez de alimentos, apagones y un servicio de salud colapsado, hacen que cada vez menos personas decidan formar parte de estos desfiles, que por demás están desconectados de las duras realidades diarias de los cubanos.
Los desfiles del Primero de Mayo en Cuba, en lugar de ser vistos como una genuina demostración de unidad y apoyo por los derechos de los trabajadores, han sido convertidos en pura propaganda política a favor de la Revolución.
Se trata de una estrategia más del régimen para proyectar una imagen de control y consenso y apoyo hacia la Revolución que muchos ciudadanos cuestionan profunda y diariamente.
Las autoridades cubanas afirmaron que grandes multitudes llenaron plazas y calles en una «fiesta del proletariado», que funciona como un espaldarazo al régimen en un contexto de crisis profunda. La realidad es que, entre los que fueron, hay miles que fueron obligados, como siempre, desde su centro de trabajo o escuela.
La otra realidad es que Ud. puede haber decidido participar voluntariamente por sus derechos como trabajador, pero no exigirlos. Nadie desfiló este 1ro de Mayo en Cuba exigiendo un salario digno. Nadie desfiló exigiendo un mejor almuerzo; y es probable que alguien o varios, hayan desfilado en apoyo a los trabajadores del mundo, pero el régimen lo disfrazó de apoyo a la élite gobernante.
La segunda realidad, o la primera, es que ellos mismos se descubren. El Granma afirmó que por la Tribuna Imperialista, en La Habana, donde viven un millón y setecientos mil cubanos, apenas participaron – según ellos – 200 mil personas. Diez provincias más serían 2 millones, y hay provincias pequeñas, como Cienfuegos, donde la población total – sumados niños y ancianos que no pueden ni caminar una cuadra bajo el Sol – es de apenas 350 mil.
Sin embargo, y como contraste más real, muchos ciudadanos recurrieron a las redes sociales para expresar su incredulidad y burlarse de los eventos organizados por el gobierno.
O para decir con imágenes que los carneros que desfilaron lo hicieron con el refrigerador vacío.
Se han viralizado numerosos memes que critican la representación del desfile como un acto de apoyo masivo al régimen.
Entre los ejemplos destacados, se encuentran imágenes de una pareja vestida de novios en el desfile, y comparaciones satíricas de los participantes con ovejas siguiendo al rebaño – o a un burro -, reflejando la percepción de una ciudadanía que es manipulada y coaccionada para mostrar apoyo.
La realidad contrasta con la proyección oficial, donde los medios estatales, como Granma, no detallaron cómo llegaron a calcular la cifra de cuatro millones, ni aclararon la representatividad de tal número.
La mejor muestra de la guayaba la ofreció desde Sancti Spíritus una persona que asegura escuchó en la radio que eran «miles» los participantes.
«Por mi casa, por donde pasó el desfile, te aseguro que no llegaban 900».
Lo más interesante que se ha escuchado es que, nadie se quejó de los apagones durante el tiempo que duró el desfile; tal vez porque al régimen le interesaba que sus medios radiales y televisivos cubrieran el evento, pero una vez que finalizó el mismo, comenzó a faltar el fluido eléctrico.
