Dicen que la gran vedette mexicana María Félix tenía un dicho: “Mal o bien, lo importante es que hablen”. A todas luces a la cubana Rebeca Martínez le está funcionando esa máxima, pues desde que estrenó “La Habitación” se habla de ella como hacía rato no pasaba, y lo cierto es que, más allá de críticas y burlas, el “porompompón” está en boca de todos, y parece que llegó para quedarse en el habla nacional…
No obstante, el tema fue compuesto por otra diva ochentera: si en aquellos años Rebeca era la chica de los aeróbicos, en Monte de Espuma una mujer de fuerte personalidad y registro potente cantaba “ese hombre está loco”, y años después se lucía en el Festival de la OTI con su poderosa canción “Acorralada”: se trata de Tanya, que luego de años alejada de la escena cubana se está haciendo sentir de nuevo. Igual que Rebeca…
“Escribí ésta canción por pura diversión, vaya, por tirarme en otra piscina…y se me ocurrió Rebeca, qué también se atrevió, y parece que «se formó». Bueno, si las cosas traen polémica, entonces hay que apostar, que el que no apuesta, no goza. Amor y Luz para tod@s”, escribió Tanya en su muro de Facebook. Y, sin dudas, el tema es una gozada del pi al pá, aunque a algunos les resulte chocante.
Tanya también produjo la música, y la fotógrafa y actriz May Reguera se encargó de un audiovisual transgresor, alegre y provocador, en el que también sale la actriz Alicia Echevarría. Como a estas alturas cada cual tiene su criterio sobre la canción, sería bueno comentarles a las nuevas generaciones quien fue Tanya en la escena musical cubana hasta hace tres décadas…
En la incipiente escena rockera de la Cuba de entonces, Tanya fue lo que sería Amy Lee para Evanescense, o Anette Olzon para Nightwish: una cantante vocal y visualmente imponente, cuya imagen dejaba a la instrumentación en un segundo plano. Sin embargo, sus letras no eran santos de la devoción de los comisarios políticos, y ante la falta de espacios, decidió emigrar a Estados Unidos en 1993.
Ya entrado el siglo XXI decidió repatriarse, y la nostalgia hizo de las suyas entre quienes la escucharon antes, y la tuvieron como un referente de rebeldía y transgresión. Confiesa que nunca le pasó por la cabeza volver a Cuba, pero artistas como Osamu la convencieron, y dos décadas después de irse… volvió.
Entonces cantó con David Blanco, el mencionado Osamu, Yori Gómez, Milada Milet… Grabó un tema curioso con Cristian Alejandro, hijo de Edesio Alejandro. “El reencuentro con Cuba fue muy violento. La Habana no es la misma que dejé: está más sufrida. Uno se pone viejo, pero al menos el cemento se puede arreglar. Yo no podía creer que estuviera nuevamente en mi ciudad, caminando por sus calles, presentándome en lugares… La gente lloraba y me sacaban las lágrimas”, relató sobre su regreso en una vieja entrevista.
Los tiempos, claro, han cambiado desde entonces, y de sus viejos tiempos (y los nuevos) van quedando pocos en Cuba, pero en el imaginario persiste la leyenda de la primera estrella femenina que tuvo el rock hecho en la isla, que al paso del tiempo se atreve con un tema más kitch que pop, sin que le importe demasiado lo que digan los demás.
