En Kenia, el país donde fueron secuestrados dos galenos cubanos hace ya 53 meses sin dar fe de vida hasta hoy, están presionando sus parlamentarios para interrumpir un programa de intercambio de médicos con Cuba.
Sobre esta situación muy posiblemente hablaron el gobernante Miguel Díaz-Canel y el presidente keniano William Ruto este martes en Nueva York en el concierto de otra Asamblea General de Naciones Unidas. A Ruto se esperaba en La Habana en la Cumbre de los 77 + China pero prefirió enviar una representación.
Al menos públicamente el malestar de un sector político contra la presencia médica de la Isla en esa nación africana no se mencionó en la nota del Granma sobre el encuentro donde, como estaba «cantado» se habló del cautiverio de cuatro años y medio de los médicos Assel Herrera y Landy Rodríguez presuntamente en el sur de Somalia por parte del grupo yihadista «Al Shabaab».
Se desconoce si Díaz-Canel o alguien de su comitiva ha contactado a algún representante del gobierno somalí en Nueva York. Especial agradecimiento expresó el dignatario cubano a su homólogo keniano, por el «compromiso personal y el de su Gobierno para que los médicos cubanos secuestrados en Kenia puedan regresar a Cuba», citó la prensa oficial.
Mientras ambos se saludaban, el Comité de Salud de la Asamblea Nacional en Nairobi opinó previamente que el gobierno no debería renovar los contratos de los médicos cubanos, porque ya han cumplido su propósito y que era el momento de irse.
«Su lugar debería ser ocupado por sus homólogos kenianos porque sus salarios (de los cubanos) son suficientes para emplear al menos a tres médicos kenianos», afirmó el presidente del comité, Robert Pukose.
El parlamentario consideró que su permanencia en el país ha perjudicado enormemente a los médicos kenianos formados y que aún no han sido contratados.
Pukose habló durante una reunión con el Departamento de Estado de Salud Pública y Normas Profesionales del condado de Mombasa.
Los médicos cubanos llevan seis años en Kenia después de que el gobierno firmara en 2017 un acuerdo de salud con Cuba.
En el acuerdo, los médicos cubanos vinieron al país para ayudar a llenar los vacíos en los hospitales, mientras que los médicos kenianos fueron enviados a Cuba para recibir capacitación especializada.
Los 120 médicos extranjeros que trabajan en el marco del programa de Cobertura Sanitaria Universal ganan cada uno un salario de 125.000 chelines (unos 850 dólares). Por cada uno de los 120 médicos, el gobierno cubano recibe 500.000 chelines (unos 3,400 dólares) del gobierno de Kenia.
De acuerdo a la nota del diario de circulación nacional «Star», en marzo, el Sindicato de Médicos, Farmacéuticos y Dentistas de Kenia (KMPDU), que se ha opuesto al programa de intercambio, afirmó que los 50 médicos kenianos que fueron a Cuba para recibir formación especializada «viven en condiciones deplorables».
El secretario general del KMPDU, Davji Bhimji Atellah, calificó el acuerdo como un desperdicio de recursos humanos. Sostuvo que el alcance de la práctica de la medicina en ambos países es muy diferente, por lo que el programa de intercambio no era razonable ya que habían numerosos factores que entrarían en juego.
“Después de la formación en Cuba, regresaron a Kenia y tuvieron que someterse a dos años de formación para que el consejo médico les permitiera ejercer como médicos de familia.
«El alcance de la práctica de la medicina familiar en Kenia es diferente del alcance cubano, de ahí la necesidad de capacitar a los médicos para que adquieran habilidades que les permitan ejercer en Kenia», dijo.
Los médicos cubanos vinieron principalmente para practicar la medicina familiar, que se centra más en la atención preventiva que en la atención curativa que se practica comúnmente en Kenia.
Attellah dijo en marzo que un médico de familia formado en Kenia puede realizar cirugías obstétricas y ginecológicas de emergencia, así como emergencias quirúrgicas, mientras que los médicos de familia cubanos no pueden realizar cirugías porque esta habilidad no forma parte de su formación.
Los médicos cubanos habían firmado inicialmente contratos por dos años y su misión era ayudar en áreas como nefrología, radiología, ortopedia, cirugía y neurología.
El régimen del entonces presidente Uhuru Kenyatta amplió sus contratos. Varios parlamentarios de diferentes condados mostraron su desacuerdo con la renovación de los contratos pero en contraste, no se escucharon muestras de solidaridad con los dos médicos cubanos secuestrados ni una exigencia al gobierno para que se esfuerce más en rescatarlos.
Como era de esperar la representante del Ministerio de Salud Pública, Mary Muthoni, le salió al paso a las críticas y defendió a los médicos cubanos, y afirmó que han contribuido al mejoramiento de la medicina familiar.
Dijo que cuando los médicos cubanos llegaron al país, Kenia todavía estaba paralizada con medidas curativas más que preventivas.
Los condados cubren los gastos de manutención de los médicos cubanos porque, según el gobierno, fue a petición de ellos que se discutió el programa de intercambio en primer lugar.
En el caso de los médicos cubanos raptados fueron enviados al condado de Mandera, fronterizo con Somalia, sin tener en cuenta las condiciones de inseguridad de la zona, muy vulnerable de ataques de la banda terrorista vinculada a Al Qaeda.
No se descarta que los funcionarios cubanos desde la embajada en Nairobi hasta el gobierno en La Habana estén prestando la atención la atención debida a lo que pudiera entenderse como un ambiente hostil en Kenia hacia los médicos cubanos y las posibles consecuencias que ello pudiera acarrear.
«Es nuestra voluntad continuar trabajando para fortalecer las relaciones con Kenia», le dijo Díaz a Ruto.