Aunque está lejos de ser un profesional de la narración deportiva, el joven Fabián Morales Suárez sorprende a los amantes de la pelota en Cuba.
Con apenas 15 años, este “chama” narra cada juego de los Elefantes de su natal Cienfuegos en la Serie Nacional de Béisbol.
En palabras del cubano Yasel Porto, que narra para los Hartford Yard Goats, sucursal de Los Rockies de Colorado, Fabián “está haciendo lo que nadie más”: “con sus megas” y “sin ganar un medio” describe a través de la página de Facebook ‘Swing al Aire’ las vivencias de una novena que está en el último lugar del campeonato doméstico.
Para muchos, este adolescente, para quien el béisbol es su vida, podría convertirse en un prodigio del micrófono, pese a que ahora resalta entre los amantes del deporte más por su valentía y su entrega que por su locución.
Aunque narra pelota desde el 2020, creó ‘Swing al Aire’ en mayo del año pasado, donde no solo narra los juegos en los que participa el equipo del cual es seguidor, sino que también comparte entrevistas que él mismo hace.
Con sus propios recursos (muy limitados, claro está), junto a su amigo William, este adolescente cuenta por internet las peripecias de su equipo cuando juega en casa, el estadio 5 de Septiembre.
Pese a que fue criticado tras narrar las indisciplinas del pasado 28 de abril, varios profesionales cubanos le aconsejaron a Fabián que aprenda de sus errores, pero sin darle demasiada importancia a los señalamientos ni a las burlas.
“No dejes de luchar por el sueño mientras no afectes a nadie”, le pidió públicamente al muchacho Porto, un conocido rostro de los espacios deportivos de la televisión cubana, que actualmente trabaja en las Ligas Menores en Estados Unidos.
Porto también le recordó a Fabián que “las caídas son parte del camino, sobre todo, cuando es el principio del camino” y que, si tanto le apasionan el deporte y el oficio, “no lo dejes de intentar”.
Tras las palabras de Porto, muchos de sus seguidores en redes sociales se disculparon por arremeter contra Fabián, porque no sabían que se trataba de quinceañero, ni tampoco el esfuerzo que hace para narrar.
Por lo pronto, Fabián sigue luchando por cumplir el sueño de ser un prestigioso conocedor de béisbol. ¿Quién sabe si llegue a marcar, para bien, la prensa deportiva cubana?
