No pocos cubanos podrían haberse preguntado si la reciente agenda africana del mandatario Miguel Díaz-Canel tendría incluida una visita a Kenia para indagar personalmente «in situ» sobre las prolongadas gestiones para liberar a los dos médicos cubanos que ayer 12 de septiembre cumplieron cuatro años y cinco meses de secuestrados.
Pero el periplo del gobernante cubano se redujo a Angola, Mozambique, Sudáfrica y Namibia y en ese viaje no se escuchó nada sobre la tragedia de esos dos doctores y sus familiares en Cuba, ni siquiera en alguno de los sitios donde se sostuvieron encuentros con brigadas médicas de la Isla.
En La Habana ni este martes ni tampoco hoy se supo de algún «X» (ex Twitter) en la cuenta de un dirigente o un espacio en la prensa oficial que al menos recordara el mensaje recurrente de los «ingentes esfuerzos que se realizan para regresarlos seguros a la Patria».
Lo que no olvidaron los asesores de prensa fueron las fotos y los comunicados de quienes llegan para la Cumbre de los 77 y China, la visita de Fidel Castro a Vietnam hace 50 años (por donde andaba hoy Joe Biden para profundizar las relaciones), la labor de los médicos en el extranjero, y por supuesto, el bloqueo.
Realmente hoy no se sabe si los médicos Landy Rodríguez Hernández y Assel Herrera Correa están vivos o muertos y de quienes se rumoreó fueron convertidos al Islam por los terroristas de Al-Shabaab.
El mutismo sigue marcando el prolongado cautiverio de los dos compatriotas raptados con violencia por bandidos el 12 de abril de 2019 en la ciudad fronteriza de Madera, en Kenia, y presuntamente trasladados inmediatamente a Somalia a zonas controladas por el grupo islamista Al Shabaab vinculado a Al Qaeda.
Los familiares de Rodríguez y Hernández también se han mantenido alejados de la atención mediática, al parecer por orientación gubernamental.
La realidad confirma que las gestiones para su liberación han fracasado hasta hoy mientras el silencio sobre el caso las autoridades posiblemente lo justifican como “necesario» para evitar que alguna declaración obstaculice «conversaciones y negociaciones”.
Hasta el año pasado, el Gobierno de Kenia aseguró siempre que se hacían gestiones para rescatar a los doctores, unos esfuerzos que, hasta la fecha, resultaron infructuosos.
Desde la llegada del presidente keniano, William Ruto, al poder hace un año, el Ejecutivo no se ha pronunciado públicamente sobre el caso.
En diciembre pasado su nuevo canciller Alfred Mutua fue recibido por Díaz-Canel en La Habana pero la nota oficial de ese encuentro no incluyó alusión alguna al secuestro de nuestros dos médicos.
La viceprimera ministra del gobierno cubano Inés María Chapman volvió a Nairobi en septiembre de 2022 para asistir a la investidura de Ruto. Hubo un encuentro entre ambos pero al menos de cara al público no se tocó el lamentable tema de los médicos raptados.
«Nadie sabe el paradero actual de los dos médicos cubanos. Tampoco tenemos información actualizada sobre el estado actual de su bienestar», aseguró a EFE en abril pasado en el cuarto aniversario del secuestro, una fuente de la Agencia Nacional de Inteligencia y Seguridad (NISA) somalí bajo condición de anonimato porque no está autorizada a hablar con medios de comunicación.
Si el presidente Ruto aterriza en La Habana para la Cumbre sería una buena oportunidad que realice declaraciones ante el público cubano sobre la suerte de Rodríguez y Herrera, aunque nadie le pregunte.
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