María Isabel Díaz Lago, la actriz que todo el mundo en la Isla conoce como una novia para David está cumpliendo 58 años y aunque no se encuentra en Cuba, su huella en la cinematografía nacional sigue guardada junto a unos de los más hermosos personajes de todos los tiempos.
Ofelia, la protagonista de la película Una novia para David era una joven bajita, gordita y de cabello moreno, aparentemente el antónimo de cualquier estrella de cine. En el guión, a María Isabel le tocaba ser la muchacha que no cumplía con el estándar clásico de belleza, pero que el destino la llevaría a conocer el amor verdadero en los brazos de un muchacho a quien todos criticaron por haberse enamorado también de la gorda de la escuela.
Después de aquella historia, el éxito de taquillas, el público, la fama, los prejuicios por su peso y el inevitable destino migratorio de casi todos los artistas que triunfan en la Isla; María Isabel Díaz Lago llegó a convertirse no solo en la Sole, de la popular serie Vis a Vis; sino, nada más y nada menos que en una chica Almodóvar. La primera cubana en ostentar esa categoría y trabajar al lado del estelar director de cine español.
En la página de Instagram dedicada a los actores cubanos le regalaron a la artista una afectuosa felicitación, mientras que la sorprendían con una postal de varios momentos suyos al lado de otros grandes de la escena nacional como Jorge Perugorría, Jacqueline Arenal y Héctor Noas.
Precisamente este último, quien se encuentra actualmente en España grabando junto a William Levy los episodios de la serie Montecristo, escribió: Hoy cumple años y rodeada de afectos María Isabel Díaz Lago, para muchos la eterna novia para David, para mí, simplemente, mi Mamotica. Y tendré la dicha de darle un buen apretón. ¡Felicidades mi niñota traviesa!, le deseo Noas.
También en la previa de la celebración, la cubana fue sorprendida por personas queridas y ella misma escribió en Instagram, donde la siguen más de 600 mil personas, “Esperando el 4 de julio para celebrar mis 58 veranos. Gracias a todos por tanto cariño y tanta alegría”.
A pesar de que se mudó a España en 1996, donde aparentemente iba a recorrer camino seguro, la suerte de María Isabel no fue la mismo que en Cuba, donde le llovían contrataos de trabajo. Tuvo que padecer el duro andar del emigrante, fue rechazada, segregada y sometida a trabajos que nunca antes pensó realizar. Sin embargo, estaba convencida de que irse de Cuba no era ya cuestión de gustos sino de necesidad.
La popular actriz, a pesar de haber regresado a la Isla en numerosas oportunidades, e incluso, haber aparecido en medios oficiales, también se ha sumado a los movimientos de ayuda humanitaria hacia Cuba y mencionado su apoyo al pueblo en las recientes protestas sociales. Ha confesado además que la libertad es algo demasiado grande como para pretender encerrarla.