Cubano Pedro Pablo Pichardo gana oro para Portugal en Tokio

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Mal que le pese a algunos -¡allá ellos!- Cuba, como nación, sumó ayer otra medalla de oro, esta vez por intermedio del santiaguero Pedro Pablo Pichardo, cubano como cualquiera que haya nacido en esa isla del Mar Caribe y que compite ahora por Portugal en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Sí, Pedro Pablo Pichardo es cubano, y todo el que se sienta cubano debió saltar de júbilo con este oro que si no se suma a la delegación de Cuba, es porque el triplista, decíamos, compite por Portugal; amén de algún que otro detalle de índole «político», detonante indiscutible en la decisión del saltador de abandonar la concentración del equipo nacional en Stuttgart, Alemania, en marzo del 2017.

Un año antes, Pichardo, debido a una lesión en el tobillo, no participó en los Olímpicos de Río; ahora, cinco años después, con su oro y su salto de 17,98 metros confirma los vaticinios: el cubano es el mejor triplista del planeta en la actualidad.

Todo esto, hubiese sido motivo de celebración -más que la ridícula «Caravana de la Victoria» de esta mañana en La Habana convocada por la UJC- y hubiese sido visto en vivo, en miles de televisores cubanos, de no ser porque el Instituto de Radio y Televisión (ICRT) volvió otra vez a sus andadas «comunistoides» de siempre.

Escudado otra vez en los siempre fieles Rodolfo «Rodolfazo» García, y en el exjefe de las Brigadas de Respuesta Rápida en sus años de estudiante en la CUJAE, y «perenne» encargado del control del personal del ICRT en la delegación olímpica, Sergio Ortega, el ICRT vigiló con denuedo inusitado la competencia de triple salto. Cada vez que al cubano Pedro Pablo Pichardo le tocaba ir a la tabla, el ICRT cambiaba su señal para la bala masculina, donde competían unos fornidos norteamericanos y europeos, y evitavan así que los cubanos en sus casas, frente a sus televisores, disfrutaran con los saltos del gran campeón nacido en Santiago de Cuba el 30 de junio de 1993.

Nadie mejor que el periodista y humorista Jorge Fernández Era para, desde la isla, explicar lo sucedido con el cubano Pedro Pablo Pichardo.

En un post publicado en Facebook y titulado «Salto Atrás», Era señala:

«El canal Tele Rebelde ha añadido una sanción adicional, primero al ignorar prácticamente su competencia y priorizar la de la impulsión masculina de la bala ―sin participación de la Isla y dominada por Estados Unidos―, y luego ordenar a sus locutores ―Rodolfo y Ortega explicarán algún día que no pudieron hacer otra cosa― un destaque insípido de la proeza de Pedro Pablo, con entusiasmo incluido por su posible desbanque por el atleta chino y un desgano olímpico cuando era ostensible su victoria.

Y añade:

«En días en que la mayoría de los nacidos sobre este suelo hemos vibrado desde todas las latitudes con la actuación de los deportistas en Tokio, en que dijimos al mundo que ese gigante llamado Mijaín era nuestro, cuando empujamos con los ojos la canoa de la estrella solitaria en esos segundos en que el agua se hizo luz, es una vergüenza que una transmisión controlada desde los estudios nacionales de televisión no tenga el tino de poner en el sitio que se merece la actuación de ese negro santiaguero tan cubano como el resto de sus compatriotas».

Para luego resumir de manera magistral:

«Como soy el ser obtuso que soy, no tengo siquiera el recato de demorar este intento de pisar más acá de la tabla y esperar que llegue el mediodía y la hora en que el noticiero de la una revele las imágenes edificantes de unidad y amor de la llamada de Díaz-Canel a Pedro Pablo Pichardo para felicitarlo por su medalla de oro, esa que hay que gozar y aplaudir porque tiene la estatura de las palmas y los colores del tocororo que vuela libre».

Sí, porque si el puesto a dedo ha llamado a cada uno de los cubanos que han obtenido medalla de oro, igual debería hacer el «Diazca» con Pedro Pablo Pichardo, tan cubano como él.

Por suerte, y aunque el ICRT quiso arrebatarnos el grito por la cubanía de Pichardo, no pocos cubanos y no pocos medios de prensa llamaron al atleta por su nombre y apellido: el cubano Pedro Pablo Pichardo que ahora compite por Portugal.

Una de ellas fue la periodista cubana residente en España Ileana Medina Hernández, quien lo llamó cubano libre:

El portal digital PlayOff Magazine dijo que «la final del triple salto quedó en manos de un cubano (…)» mientras que otro portal de noticias digital, deportivas, cubano, Swing Completo expresó:

«ORO CUBANO EN TOKYO: Pedro Pablo Pichardo HIZO HISTORIA en Triple Salto»

Nada, que al que no quiere caldo…

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