La selección que representó a Cuba en la Semana Beisbolera de Haarlem, en Países Bajos, perdió por forfeit contra Italia tras ser descubiertos utilizando bates ilegales en dos ocasiones.
Los medios oficiales de la isla dieron tratamiento de “secreto de Estado” al incidente y se limitaron a informar que el equipo de Granma reforzado había caído dos carreras por cero ante su similar italiano.
Pero en realidad los árbitros del partido declararon out por regla a Ivan Prieto en el séptimo episodio del encuentro tras pegar hit utilizando un bate modificado y sancionaron a la novena de la isla por incurrir en la trampa, pues antes habían descubierto a Carlos Benitez haciendo lo mismo.
Según especialistas, el reglamento advierte que la utilización de un “bate ilegal” conlleva la expulsión del bateador y una advertencia a su equipo que, en caso de reincidir, sería declarado perdedor por forfeit.
Hasta el momento ninguna autoridad del deporte nacional de Cuba ha reconocido la injustificable actitud de sus jugadores, que no sólo demuestra la impotencia de la alineación con madero en mano, sino un irrespeto nunca antes visto por las normas del béisbol.
Lo cierto es que los cubanos no sólo conectaron para un mediocre promedio de .198 durante una competencia considerada de bajo nivel, sino que recibieron 29 ponches y cayeron por lechada en tres juegos, de seis, con solo una victoria ante el mismo seleccionado italiano en la discusión del quinto puesto.
El flamante campeón de la Serie Nacional de Béisbol, que contó con refuerzos de varios de los mejores peloteros del país, solo había bateado 24 jits en cinco juegos consecutivos en los que cayó ante Países Bajos cinco carreras por una, Japón (3-4), Estados Unidos (0-2), Curazao (0-1) e Italia (0-2), antes de alcanzar su primera y única victoria.