Este 20 de noviembre hubiera cumplido 100 años Nitza Villapol, la mujer que animó ininterrumpidamente por más de cuatro décadas uno de los programas televisivos más populares de cuantos ha habido en Cuba: ‘Cocina al minuto’.
Con su habitual, “con ustedes, ‘Cocina al minuto’, con recetas fáciles y rápidas de hacer”, esta presentadora nacida en Nueva York en 1923 comenzaba su show en la pequeña pantalla. Un show que la hizo una de las famosas más queridas por los cubanos.
Por su capacidad para comunicar las artes culinarias a un público amplísimo, Nitza fue para muchos la versión cubana de Julia Child, una chef, autora y presentadora de televisión estadounidense, conocida por difundir la gastronomía francesa en su país.
Además de ser la estrella del emblemático programa de la televisión, transmitido por primera vez en 1951 a través de Unión Radio TV, esta destacada nutricionista fue protagonista de miles de espacios radiales y televisivos, y de más de una columna de prensa.
Sus padres, dos cubanos que emigraron a Estados Unidos, regresaron con ella a la isla en 1935, donde pudo doctorarse en Pedagogía por la Universidad de La Habana, mientras alimentaba su afición por la cocina recopilando recetas.
Cuentan que ella misma convenció al magnate de los medios de comunicación en Cuba, Gaspar Pumarejo, de que era buena idea fundar un programa de cocina. Pero Nitza tenía un obstáculo: no sabía cocinar, y para solucionarlo, apareció Margot Bacallao, su inseparable ayudante.
Sobre el inolvidable binomio que Nitza y Margot formaron, la propia ayudante dijo a Juventud Rebelde en 2009 que “a Nitza no le gustaba cocinar; la que cocinaba era yo. Decía que yo era su mano derecha, porque ella era izquierda”.
“Era maestra, y sabía mucho de nutrición y de dietética. Me llamaba a mi casa: ‘Margocita, ¿qué vamos a hacer hoy, qué hay en la calle?’. Y yo, que desde chiquita andaba en la cocina, preparaba un plato. Nunca cogí un lápiz, las recetas me las sabía de memoria”, rememoró Margot, quien murió en 2016.
Nitza, que falleció en La Habana en 1998, escribió además especies de “biblias” sobre la cocina cubana. ‘Cocina Criolla’ y ‘Cocina al minuto’ son algunas de las más conocidas.
La carismática comunicadora hizo un aporte decisivo al estudio de la culinaria cuando concluyó que la cocina comienza a ser cubana cuando los garbanzos se suprimen del ajiaco.
