No se trata de un ataque ni una crítica, pero, por lo visto, el NTV tiene una «explicación» que responde al modo en que dentro del país, y bajo órdenes del gobierno, se manipula la opinión pública. Esto ocurre con el tratamiento mediático oficialista a «las nuevas medidas» que llegan, no por bondad de la tropa del «Canelato», sino por presión popular. Y que llegan, además, como migajas para millones de cubanos necesitados en la isla.
Sin embargo, «del lobo un pelo», dirían los entrevistados provenientes de Miami; gente que conoce de lo mal que les va a los cubanos en la isla y que aprovechan el filón obtenido gracias a las protestas del 11 de julio y no precisamente porque el gobierno de la isla sepa aquilatar el malestar social, porque de hecho, no lo es.
Muestra de esto es que en días pasados «orientaron» a sus fieles acólitos que se «mezclaran» en los barrios más pobres, lo que, indirectamente, constituye un reconocimiento tácito de que han perdido el rumbo.
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Que sus pies ya no están en la tierra, lo sabemos, y esto de «las nuevas medidas» con relación a la libre importación de alimentos y medicinas es, más que nada, un lavado de cara gubernamental.
Durante varios años y de forma reiterada en los últimos meses, los cubanos vienen enfrentando una aguda crisis tanto con las medicinas como con los alimentos. El estado cubano, sin embargo, permanecía de oídos sordos a un clamor popular para permitir la libre entrada – sin aranceles ni cuestionamiento de pesaje – a las medicinas (principalmente) y a los alimentos, que beneficiarían a millones de cubanos.
Por el contrario, el gobierno de Díaz-Canel manejó siempre la crisis con el culpable de siempre: el embargo.
Tras el 11 de julio, quedó demostrado que eran ellos los responsables de poner en vigor la medida. Ahora, una vez aprobada, mandaron hacia el Aeropuerto José Martí de la capital a un equipo periodístico que se encargó de entrevistar, seleccionar y editar palabras expresadas por viajeros cubanos que arribaron a la isla cargados de medicinas y alimentos.
Algunos de ellos agradecieron, incluso, las migajas que les dio Díaz-Canel.
Los viajeros cubanos fueron abordados por la prensa del gobierno a su llegada al Aeropuerto Internacional José Martí de La Habana; interesada esta en conocer sus opiniones por tan «bondadosa» medida.
Algunos – como Luis María Falcón- culparon al «bloqueo», y otros, implícitamente, hasta agradecieron que la nueva medida le haya puesto cierto freno al vandalismo y saqueo del que suelen hacer gala los aduaneros cubanos.
“Ayudar un poco al desarrollo de los familiares que tenemos aquí de la situación que tenemos que por el bloqueo y esas cosas podemos ayudarlos también”, agregó el hombre.
Nancy Rafael Rodríguez, una de las cubanas procedentes de Miami entrevistada por el NTV, expresó que las nuevas medidas del régimen eran “buenísimas”.
La mujer – si lo dijo, no salió – debió agradecer más que nada al pueblo que se tiró para la calle el 11 de julio. Esa es la más pura verdad. La otra, es que el estado cubano no da nada gratis; y desde ya, manipulan la información a su antojo: el de tener un enemigo para justificar toda su mediocridad e ineficiencia.