Con toda la naturalidad de este mundo, la joven cubana Marlys Ruiz mostró recientemente cómo estar en una silla de ruedas no le impide asistir a diario a la universidad.
Para que sus miles de seguidores en redes sociales entendieran “cómo es que hace para ir a la universidad en silla de ruedas y viviendo en Cuba”, lo que lleva a cabo además “de modo legendario”, la muchacha de 21 años grabó todo el proceso.
De acuerdo con lo que contó, al salir de la casa, su padre la carga para sentarla en los asientos de un triciclo que él mismo acondicionó para que rodaran y su hija “no tuviera que pasar tanto trabajo”; y luego sube la silla “de salir, la del pisteo, la de ir para la escuela, la que me queda bien con cualquier ropa, la que me hace lucir sexy”.
Según narró con tono de broma la estudiante que vive en el municipio especial de Isla de la Juventud, durante el camino hasta la escuela en el triciclo cuyos asientos traseros inventó su papá, a veces la acompaña algunos amigos.
“Al llegar a la escuela, mi papá baja la silla, rueda el asiento para adelante y me carga; y para regresar a la casa, por la tarde o al mediodía, es lo mismo”, detalló la joven.
A pesar de que siente “mucha pena”, porque no le gusta “que me estén grabando”, Marlys es de las cubanas creadoras de contenido que realmente vale la pena seguir porque quiere visibilizar su discapacidad y lo hace con determinación, desenfadada y sin complejos. Es imposible no empatizar con ella.
No son pocos los que se sienten identificados con sus publicaciones. “Estos son los vídeos que valen la pena ver”; y “Acabo de ver el mejor video de hoy. Me motivaste mucho. Eso sí es autoestima. Tienes el mejor padre del mundo mundial. Te deseo lo mejor” son solo algunos de los comentarios de quienes quieren que Marlys no deje de compartir sus experiencias.
“Me encanta tu humor, la forma en que llevas tu día a día con optimismo y fuerza. Tengo envidia de ti (de la buena) por estar rodeada de personas lindas. Ojalá tu amiga tenga un bebé saludable. Y no pierdas jamás esa forma tuya de ver la vida, recuerda que tu único límite es tu propia mente. Y ole tu padre, menudo crack. Me encantaron tu video y tus vibras”, escribió otra admiradora.
La joven pinera explicó en otro de sus amenos videos que se encuentra en una silla de ruedas debido a una polineuropatía congénita desmielinizante, una enfermedad neuromuscular en la que el sistema inmunitario se vuelve contra el organismo y toma como objetivo a la mielina, un componente que envuelve los nervios y que permite la correcta transmisión de los mensajes que llevan los nervios a los músculos.
En resumen, esta rara enfermedad, que tiene también el nombre de Charcot-Marie-Tooth, provoca que los músculos sean más pequeños y más débiles, así como la pérdida de sensibilidad y de contracciones musculares, y la dificultad para caminar.
Sin embargo, Marlys ha hecho suya una de las frases más universales de la pintora mexicana Frida Kahlo: “Pies para que los quiero si tengo alas para volar”, para demostrar que la vida de las personas con discapacidad no es siempre triste y difícil, como muchos creen.
