Un perfil asociado al Ministerio del Interior resaltó en redes sociales la reciente detención en La Habana de un revendedor que se autodenominada “El Rey del Cupet”, quien vendía gasolina a 120 pesos el litro en el servicentro de G y 25. La captura no fue fruto de un operativo de las autoridades contra la corrupción, sino de una llamada telefónica a la policía…
“El deber de los ciudadanos es enfrentar la corrupción y el delito”, proclama Maximus Romus, el perfil falso mediante el cual el Ministerio suele publicar su agenda en Facebook. Y aunque los comentaristas del post estuvieron de acuerdo en acabar con la mafia de los revendedores, les pareció nefasto que las autoridades se desentiendan olímpicamente de la prevención.
“¿Qué hacen las autoridades para enfrentar la corrupción? ¿Sentados esperando una llamada… así la combaten? De todos es conocido todas esas ilegalidades y son muy lentos en combatirlas. Creo que habrá que hacer mucha limpieza entre los que deben tomar decisiones”, señaló un forista.
Otros mencionaron lo que pasa ahora en Venezuela, donde la cúpula de la petrolera estatal PDVSA y otros consorcios han caído en una ofensiva que más parece un escarmiento o una purga, que un auténtico ejercicio de civismo y transparencia.
En esa cuerda, queda por ver cuánto tiempo pasará tras las rejas El Rey del Cupet, y si todo no fue más que una mascarada. Según la denuncia, el hombre se dedicaba a marcar para los taxis particulares haciéndose pasar por representante de una agencia, y cobrando comisión. En redes sociales ha trascendido que algunos Cupet solo están vendiendo gasolina a los autos de la renta.
Igual, hasta el perfil “seguroso” reconoció que las colas son de varias horas, al punto que muchos choferes duermen en el auto para no perder el turno, y otros incluso llevan su dominó para unas datas nocturnas, y hacer más llevadera la espera. A veces todo el desvelo es para conseguir apenas cinco litros de combustible, y en varias provincias ni eso.
Las filas de autos son tan largas como hace unos meses, de varias cuadras, vuelta a la manzana, al estilo de las colas registradas a inicios de año para sacar el pasaporte, cuando el “boom” del patrocinio para irse a Estados Unidos.
Donde si no falta el combustible, refieren medios independientes, es en los servicentros donde repostan los vehículos de los funcionarios del Partido Comunista de Cuba (PCC), la Asamblea del Poder Popular y las dependencias del Ministerio del Interior.