El gobierno de un país amiguísimo de Cuba, Irán, ejecutó a un hombre que participó en las históricas protestas que desde hace ya 3 meses vienen teniendo lugar en ese país del llamado Medio Oriente. Las protestas comenzaron a raíz de la muerte, el 16 de septiembre pasado, de Mahsa Amini, una mujer de 22 años que había sido detenida por la policía moral de Irán y que murió bajo custodia de la policía.
Es el segundo reo ejecutado en menos de una semana en Irán. En ambos casos, relacionados con las protestas.
El pasado jueves fue ejecutado el primero; que según medios fue también la primera persona que fue detenida por las protestas. Se trató de un joven de 23 años llamado Mohsen Shekari. Shekari, presuntamente atacó e hirió a un miembro de la «fuerza» Basij con un cuchillo largo en el centro de Teherán. Los Basij son voluntarios paramilitares que actúan bajo el mandato directo de la Guardia Revolucionaria de Irán.
La ejecución de este otro reo tuvo lugar este lunes, dijo la agencia Al-Jahzeera, menos de un mes después de que el sujeto presuntamente apuñalara también mortalmente a dos miembros de la citada fuerza paramilitar.
Majidreza Rahnavard se habría «enfadado», dijo la agencia AP por el asesinato de manifestantes por parte de las fuerzas de seguridad. Luego de ser apresado fue sentenciado a muerte y colgado, públicamente, de una grúa.
El hecho de utilizar una grúa de construcción es una señal clara de que el gobierno de Irán quiere escarmentar a los revoltosos. Majidreza Rahnavard es el segundo preso condenado por delitos cometidos durante las protestas nacionales.
También es una «advertencia» su ejecución con apenas un mes de diferencia entre el momento que fue apresado y su muerte. Irán espera que con estos escarmientos públicos, se autosofoque la rebelión.
Una agencia de noticias supeditada al gobierno, la agencia Mizán, publicó un collage de imágenes de Rahnavard colgado de la grúa, con las manos y los pies atados y una bolsa negra sobre la cabeza.
Según Human Rights Activists in Irán, un grupo que ha estado monitoreando las protestas en el país islámico, al menos 488 personas han muerto desde que comenzaron las manifestaciones a mediados de septiembre. Los activistas advierten que al menos una docena de personas ya han sido sentenciadas a muerte en audiencias a puerta cerrada.
El grupo dice que otras 18.200 personas han sido detenidas por las autoridades.
Según esta misma agencia del gobierno iraní, Rahnavard había matado a puñaladas a dos miembros de las fuerzas de seguridad el 17 de noviembre en Mashhad e hirió a otros cuatro.
En la televisión transmitieron imágenes de un hombre persiguiendo a otro en una esquina de la calle, luego parándose sobre él y apuñalándolo después. Luego, otro clip, muestra al mismo hombre apuñalando a otro inmediatamente después. Después, huyó.
La televisión estatal dijo luego que el hombre había sido identificado; y dijo que se tratana de Rahnavard.
El medio dijo que las víctimas no eran civiles, sino “estudiantes” Basij.
AP señala que los «estudiantes» Basij (ba-SEEJ’) han atacado a los manifestantes en las principales ciudades. A muchos protestantes los han detenido.
El propio ejecutado dijo en la sala del tribunal que lo juzgó, que «después de ver videos en las redes sociales de las fuerzas golpeando y matando a los manifestantes» fue que él tomó la decisión de tomar la justicia por sus manos.
Mizan dijo que Rahnavard fue condenado en el Tribunal Revolucionario de Mashhad, uno de los tantos tribunales de Irán que han sido criticados internacionalmente por no permitir que los juzgados elijan sus propios abogados o incluso, por no permitirles ver las pruebas en su contra. Rahnavard había sido condenado por el cargo de ‘moharebeh’, una palabra farsi que significa ‘hacer la guerra contra Dios’. Ese cargo se ha impuesto contra otros en las décadas posteriores a la Revolución Islámica de 1979 y conlleva la pena de muerte.
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