El presidente de Irán, Ebrahim Raisi, falleció trágicamente en un accidente de helicóptero este domingo 19 de mayo de 2024, según medios iraníes de los que se hizo eco Al Jazeera.
El siniestro ocurrió en la provincia de Azerbaiyán Oriental, al norte de Irán, mientras Raisi y su equipo se dirigían a una visita oficial. Junto con el presidente, también perdieron la vida el ministro de Asuntos Exteriores, Hossein Amirabdollahian, y varios altos funcionarios del gobierno
El helicóptero se estrelló en una zona boscosa debido a las malas condiciones meteorológicas. Las primeras imágenes del lugar del accidente mostraban los restos calcinados de la aeronave, confirmando que no hubo sobrevivientes. La noticia ha conmocionado al país, y el líder supremo de Irán, Ali Khamenei, ha declarado cinco días de luto nacional. Durante este periodo, las banderas ondearán a media asta en señal de respeto y duelo, señaló por su parte The News International.
Mohammad Mokhber, el primer vicepresidente de Irán, ha sido nombrado presidente interino mientras el país se prepara para unas elecciones anticipadas.
La muerte de Raisi se produce en un momento de crecientes tensiones en la región, especialmente entre Irán e Israel. Apenas unos días antes del accidente, Raisi había estado en una visita oficial a Pakistán para fortalecer las relaciones bilaterales y discutir cuestiones de seguridad y cooperación económica, dijo The Express Tribune.
Durante su estancia en Pakistán, Raisi y el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif, firmaron varios acuerdos de cooperación en áreas como comercio, ciencia y tecnología, agricultura y salud. Esta visita buscaba no solo mejorar las relaciones económicas, sino también coordinar esfuerzos contra el terrorismo y discutir la situación geopolítica de la región, especialmente en relación con el conflicto entre Irán e Israel.
El presidente de Irán Raisi, conocido por su postura conservadora y su firmeza en asuntos judiciales y religiosos, había sido una figura clave en la política iraní. Su muerte deja un vacío significativo en el liderazgo del país, y se espera que la transición política en Irán sea observada de cerca por la comunidad internacional, especialmente dada la delicada situación en el Medio Oriente.
La comunidad internacional ha expresado sus condolencias al pueblo iraní. Líderes de todo el mundo han enviado mensajes de apoyo y solidaridad, reconociendo el impacto de la pérdida del presidente en el contexto político y social de Irán. Mientras tanto, la administración interina deberá gestionar no solo el luto nacional, sino también los desafíos que enfrenta Irán en términos de estabilidad interna y relaciones exteriores.
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