En negocios privados han comenzado a reaccionar contra aquellas personas que se niegan a vacunarse contra la COVID-19.
«No vaccine, no food for you», reza un cartel visto en un restaurante cafetería en Orlando.
El propietario de un edificio de apartamentos puso un cartel anunciando que no rentaría unidades a personas que no se hubiesen vacunado contra la COVID; un hecho muy similar al protagonizado por una doctora en Miami, en medio de un rebrote de casos de coronavirus en la Florida, que al menos desde el pasado mes de julio le ha provocado la muerte a 54 maestros y nueve alumnos, en escuelas.
En un restaurante de Orlando, en la Florida el dueño se rehúsa también a permitir el ingreso a los clientes que no se han vacunado; pero al menos para todas esas personas hay opciones, aunque no vean las señales ante sus ojos.
Negacionistas que han muerto luego de no creer en la COVID o en sus vacunas; gente con miedo a vacunarse; gente con «adrenalina» como para sentirse segura de poder plantarle cara a la muerte, hasta una joven cubana de 28 años de edad que asegura tener todos los anticuerpos o haberse contagiado ya dos veces con el virus, forman una larga lista de personas que no quieren vacunarse pero que han encontrado puertas cerradas en locales y negocios privados, y han tenido que irse con su trova negacionista a otra parte.
Mientras, en las escuelas -que son públicas, y que no pueden limitar el acceso así como así, e incluso, se debate el uso o no de las mascarillas- los datos del informe actualizado de la Asociación de Educación de Florida (FEA por sus siglas en inglés) no dan muchas esperanzas: cerca de 142.000 niños en edad escolar en Florida han dado positivo por la covid-19 desde agosto pasado.
Peor le fue a otros 9 menores y 54 maestros que fallecieron desde julio debido a la enfermedad, mientras aumentan las medidas contradictorias de los diferentes gobiernos e incluso la “mordaza” y la manipulación -aseguran medios de la Florida- a los datos públicos.
La FEA detalla en el reporte -que cuenta con cifras parciales debido a vacíos de información- la crisis que en las escuelas públicas involucra a 31 escuelas que han tenido que cerrar completamente desde que reabrieron el pasado 10 de agosto debido a la explosión de casos y hospitalizaciones en Florida.
«No es una decisión política», afirma doctora sobre decisión de no atender a pacientes no vacunados contra la COVID-19
13.773 personas hospitalizadas debido a la enfermedad, 3.223 de ellas en las unidades de cuidados intensivos, no son datos para tomar a la ligera, y muy probablemente debido a ello es que la doctora Linda Marraccini ha dejado de atender a pacientes no vacunados contra la COVID-19.
La doctora Marracini cree firmemente que gente como Rachel Herrera, la cubana de 28 años que afirma estar protegida contra el virus y que a menudo expresa «desaliento» con relación a las vacunas mientras pone en peligro la vida de la gente que la rodea, son un problema, y han provocado esta crisis.
Sucederá entonces lo que ninguna madre negacionista querrá: que una doctora se niegue a atender a su hijo, pero con todo el derecho del mundo. Ellos, los médicos, tienen la decisión en sus manos de protegerse en sus consultas. Si te niegas a vacunarte contra el coronavirus, ellos pueden perfectamente negarse a atenderte en sus consultas privadas.
Ya el asunto había puesto a la industria de los cruceros en 3 y 2. Sin embargo, una cosa es un viaje de placer, y otra muy distinta es infectar a una persona con la capacidad de poder curar a cientos de personas enfermas, como la doctora residente en Miami.
Ante la emergencia de salud que amenaza en la Florida, un estado donde tan solo en agosto hubo 6.600 muertes relacionadas con la COVID-19, Marracini lo tiene claro.
«Entiendo que la gente es libre de elegir, pero para mí, es un problema cuando afecta a otras persona».
«Ha habido millones de muertes en todo el mundo, por lo que no es algo que deba ignorarse. No se trata de un paciente que no quiera ser proactivo sobre su peso, presión arterial o colesterol. Esto nos afecta a todos», aseguró la doctora en una carta que envió a sus clientes.
Y aunque algunos califican su proceder de vergonzoso, ella afirma que no viola el juramento hipocrático.
Florida enfrenta actualmente la ola más letal de coronavirus desde que empezó la pandemia, y algunos han corrido a vacunarse en las últimas semanas, luego de que varios reportajes de televisión hablaran hasta de morgues colapsadas y todo.
El extraño caso de coronavirus de Avery Anderson
A todos pudiera servirles como testimonio y enseñanza lo vivido por una joven, Avery Anderson, quien se contagió de Covid-19, y se ha hecho viral en las últimas horas luego de haber hecho una afirmación realmente preocupante: “Ni siquiera podía comer ni beber».
Lo peor en su caso fueron las reacciones primeras que mostró en su cuerpo, que llevaron incluso a los médicos del hospital al que acudió a equivocarse en el diagnóstico.
«Me diagnosticaron con impétigo (una infección cutánea muy contagiosa)», dijo la joven al portal Buzzfeed.
Sus malestares con la COVID-19 -sin siquiera saber ella que tenía COVID- la llevaron de vuelta al hospital. Sus labios continuaron hinchándose y entonces le diagnosticaron una infección de los senos nasales, una infección de oído y faringitis estreptocócica.
Fue entonces cuando le empezaron las fiebres y los temblores; además del dolor muscular y la garganta inflamada.
El departamento de enfermedades infecciosas llegó a la conclusión de que era causado por una mezcla perfecta de Accutane, piel seca, mi sistema inmunológico débil por coronavirus”, dijo la joven que, afortunadamente pudo contar su experiencia con la COVID.
Millones de personas no han podido hacerlo.
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