La tía de Maykel Paz consiguió comprar carne de cerdo en Santa Clara durante la Feria Comercial de Fin de año que tan publicitada fue por los medios oficialistas y por los blogueros al servicio de la casta verdeoliva, como la llama el colega Carlos Cabrera Pérez, en Cibercuba Noticias.
Compró 10 libras de cerdo a $170 pesos, no sin antes apretarse, estrujarse, ser empujada y cartereada. Además, le rompieron una chancleta.
Su sobrino afirma que el daño no fue mucho. «Experta» en estos trajines de meterse en colas, apretujarse y empujarse, Idalmis se mete siempre el dinero en el pecho, sujetado con el ajustador, y la(s) jabita(s) en el bolsillo del pantalón.
Le robaron la cartera, pero no tenía dinero. Eso sí, perdió la cartera y el carné de identidad.
Y la chancleta.
«Era una de esas que le llaman chupameao, pero ahora se tiene que comprar otras,» dice vía telefónica desde Nueva York su sobrino, riéndose, y lamentándose que el programa de Reunificación Familiar esté paralizado.
«Es fue en el Sandino, antier o antes de antier, pregúntale,» dice al final de la llamada Maykel.
Un bloguero revolucionario afirma que lo sucedido ese día para comprar la carne de cerdo en Santa Clara fue «normal» y que un video publicado por Cibercuba Noticias es «veneno» y «Fake News».
«Como todo cubano al fin, la gente se apresuró a comprar la carne de cerdo,» dijo. Otra, más o tan revolucionaria agrega que, lo que no dicen los medios de Miami es que esos alimentos se vendieron «baratos», y adjuntó un «listado de precios».
Idalmis, si fuera revolucionaria, ahora mismo se sentiría contenta y «mencionada» en la boca de Mariela Castro Espín.
Fiel al estilo, no sabemos si tras ver este video u otros, o haber visto las fotos de la Feria Comercial de Fin de Año en Granma o en Santa Clara, ajena a que de Caibarién sacaron todos los pescados del Combinado, Mariela Castro apareció en Twitter, en un video, enviándole un mensaje de felicitación al pueblo cubano.
En el video Mariela no glorificaba particularmente a nadie, no hacia alusión a aquellos que, como Idalmis, lograron comprar carne de cerdo en la Feria Comercial de Fin de Año en Santa Clara tras los empujones «característicos» en las colas cubanas y el quítate-tú-pa-ponerme-yo. No, el mensaje de Mariela fue más sublime: lo llamó «resistencia».
«Aprovecho para enviar un mensaje de felicitación, de esperanza, de fortaleza, al maravilloso pueblo de Cuba. Que sigan resistiendo en sus luchas por avanzar en este proyecto sui géneris de transición socialista»
Poco le faltó para felicitar a Idalmis y a todos aquellos, santaclareños, bayameses y manzanilleros que antes de antier, antier y ayer, alcanzaron «la soberanía alimentaria», no sin antes lamentar la caída en combate de una chancleta, un arete o una cartera.