La crisis económica que se vive en Cuba actualmente, está dejando por estos días pinceladas de desespero a lo largo de todo el país. Cuballama Noticias tuvo conocimiento de que en varias bodegas, de varios municipios del país, no han llegado siquiera los mandados del mes. Menos que menos han repartido los alimentos que están atrasados.
«Aquí lo que hay son apagones y mosquitos».
Con esta frase resumía Gudelio Urrutia lo que está sucediendo en Niquero, provincia de Granma, al contar vía Whatsapp cómo allí, no ha llegado absolutamente nada de la canasta básica. Su Libreta de Abastecimiento duerme sobre el televisor, junto a la puerta, para «tenerla a la mano, apenas me entere de que llegó algo a la bodega»; pero hasta ahora, 20 de junio, no ha llegado el arroz ni el azúcar.
Gudelio asegura que en donde él vive, hay dengue, también, aunque las autoridades no han dicho nada.
Igual situación alimenticia y de desespero enfrenta Marilyn desde Santa Clara. Donde ella vive no han llegado los productos correspondientes al mes y ella tiene una desventaja: cuida a una madre enferma que, cuando no la ve o la siente, comienza a dar gritos. Así que buscar alimentos es una tarea complicada para ella. Tiene que esperar que su madre esté durmiendo. Marilyn, al parecer, no es de las cubanas que puede tomar el consejo de Díaz-Canel de salir a guapear su comida.
Según refiere el internauta José Luis Tan Estrada, una situación similar o parecida se vive en Camagüey. El periodista y exprofesor universitario, que fue expulsado de su trabajo en la Universidad debido a sus opiniones políticas, recogió en su perfil de Facebook una conversación de la que fue testigo, ocurrida entre dos personas ancianas.
En la conversación, una de ellas le habla a la otra de que a la bodega llegaron dos libras de arroz adicional, pero no el arroz que les corresponde por la libreta. La segunda le dice a la primera que de ese, se olvide, porque aparentemente no les darán nada.
En Cienfuegos la situación alimentaria también «va mal», asegura nuestro siempre fiel colaborador Pedrito, al referírsele el dilema de Niquero y Santa Clara con los mandados.
Lo que sí le sobra a él es el miedo, dice, pues casi no sale de la casa debido al Oropouche. Aunque la enfermedad no es mortal, él afirma no estar dispuesto «para coger dolores y fiebres».
«Soy el sostén económico de esta casa. No puedo enfermarme porque, ni pastillas hay.»
Cuba enfrenta en 2024 una aguda crisis de alimentos, con escasez de productos básicos, y mercados desabastecidos. Productos de primera necesidad como arroz, frijoles y aceite son cada vez más escasos; la producción agrícola nacional no cubre la demanda interna, y las importaciones se ven limitadas por la falta de divisas; pero el desabastecimiento de medicinas también es alarmante.
Fármacos esenciales, como los antibióticos y medicamentos para enfermedades crónicas, son casi imposibles de encontrar. Esta situación ha obligado a muchos a recurrir al mercado negro, donde los precios son exorbitantes. Los hospitales carecen de recursos básicos, desde jeringas hasta equipos de diagnóstico.
Según informes recientes, el desabastecimiento alcanza niveles críticos, afectando la nutrición y salud de la población, y Pedrito desde Cienfuegos solo le pide a sus santos que no suceda como en el 90, cuando el déficit de nutrientes en la alimentación, provocó una epidemia de polineuritis en el país.
«Cuando aquello, al menos había medicinas y médicos que te atendían. Ahora vas al hospital y no hay nadie, y el que te atiende, es un estudiante extranjero de 4to año.»