La gestión económica del país requiere reformas profundas y una estrategia más eficaz para enfrentar tanto los desafíos internos como las presiones externas.
Cuba enfrenta en 2024 una aguda crisis de alimentos, con escasez de productos básicos, y mercados desabastecidos. Productos de primera necesidad como arroz, frijoles y aceite son cada vez más escasos; la producción agrícola nacional no cubre la demanda interna, y las importaciones se ven limitadas por la falta de divisas; pero el desabastecimiento de medicinas también es alarmante.
La distribución de lo que está “garantizado” hasta el momento se hará según la edad de los menores, no incluye a las embarazadas y afecta a los menores con dieta por enfermedades crónicas.