La vida de muchos cubanos que llegaron a las fronteras estadounidenses buscando asilo ha dado un giro inesperado en los últimos días. A pesar de la incertidumbre que rodea a los portadores del documento I-220A, varios de ellos han recibido, sin solicitarlo, un parole humanitario que les permite permanecer en el país bajo una condición más legal y estable. Esta situación ha generado asombro, alivio, y una serie de interrogantes tanto para los beneficiados como para los abogados de inmigración.
noticia relacionada: Nuevo parole le estaría ‘salvando la vida’ a cubanos con I220A
La noticia del parole no solicitado no solo ha generado un alivio inmenso entre los beneficiados, sino que también ha creado una ola de esperanza entre la comunidad cubana en Estados Unidos. Sin embargo, la falta de una explicación oficial sobre este gesto inesperado ha generado especulaciones y preguntas.
Eduardo Soto, un conocido abogado de inmigración, expone que no hay un patrón discernible que explique por qué algunos cubanos están recibiendo estos paroles; pero observa que los documentos tienen una vigencia retroactiva a la fecha de entrada del migrante, lo que sugiere una posible corrección de acciones pasadas por parte de las autoridades de inmigración.
Miguel Inda Romero, otro abogado de inmigración, destaca que los beneficiados parecen ser individuos que pasaron una entrevista de miedo creíble y fueron aprobados. Esta situación, según él, podría facilitar que estas personas sean elegibles para la Ley de Ajuste Cubano al año y un día, permitiendo así tramitar su residencia, según recoge el periodista Alexis Boentes para Telemundo51, desde la ciudad de Miami.
Toda esto ha generado una mezcla de emociones y expectativas entre los cubanos con I-220A, mientras los abogados se preparan para explorar las implicaciones legales y las oportunidades que estos paroles no solicitados pueden ofrecer a la comunidad cubana en Estados Unidos.
El medio Univisión recogió declaraciones de Yoesnel Rosabal, uno de los cubanos que tenía un formulario I-220 A o una orden de liberación bajo palabra, y que recibió el parole interino enviado por ICE, documento que les permitirá aplicar a la residencia bajo el ajuste cubano.
“Muy feliz. Ya por lo menos podré sacar los papeles”, expresó este cubano a las cámaras.
El portal Martí Noticias recoge por su parte en un reportaje, la diferencia que hay entre aquellos con I-220A y los que fueron liberados bajo palabra, o parole, con la condición de reportarse ante las autoridades dos meses después y portar un rastreador electrónico.
Sobre estos últimos dijo que «la decisión reciente emitida por una corte de inmigración sugiere que estos individuos podrían no calificar para la residencia permanente bajo la Ley de Ajuste Cubano».
Sin embargo, precisa más adelante que «aún tienen la posibilidad de acceder a la residencia bajo la Ley de Ajuste Cubano», pues la decisión de la corte aun «puede ser apelada en el Tribunal de Apelaciones del Distrito de Miami, y en última instancia, en la Corte Suprema, aunque la aceptación del caso en esta última instancia es discrecional».
Y precisa:
«(…) cada caso migratorio presenta una serie de circunstancias únicas, lo que complica aún más la situación».
Desmintiendo a Carlos Fernández de Cossío
Recientemente el Viceministro de Relaciones Exteriores de Cuba, Carlos Fernández de Cossío dijo en México que los cubanos tienen preferencias migratorias en la frontera de los Estados Unidos y que eso actúa como estímulo para la migración ilegal. Esto, sin embargo, parece ser falso.
Incluso la ruta hacia la residencia permanente para los cubanos ha experimentado cambios significativos desde 2017, cuando el entonces presidente Barack Obama revocó la política «pies secos, pies mojados», y a pesar de que a algunos con I-220A les está llegando un Parole retroactivo, todavía enfrentan un futuro incierto, mientras las autoridades y los tribunales continúan evaluando y ajustando las políticas migratorias.
Un trabajo de Telemundo corrobora lo dicho anteriormente y desmiente al Vicecanciller cubano.
En una nota publicada por la periodista Anagilmara Vílchez, periodista que entre otras cosas cubre temas de migración, esta señala que la reciente decisión de la Junta Federal de Apelaciones de Inmigración, que declara el formulario I-220A como una admisión no legal a EE. UU., evidencia un cambio en la percepción histórica de los cubanos como inmigrantes «privilegiados» en comparación con otros latinos, debido a políticas migratorias flexibles hacia ellos desde 1966; y expone el caso de Jorge Luis Martínez, un activista político cubano, que resalta la nueva realidad de incertidumbre y desafíos que enfrentan los cubanos en su camino hacia la legalización en EE. UU.
La periodista añade que esta situación ha reavivado debates sobre el trato preferencial hacia los cubanos, basado en las circunstancias políticas de Cuba, pues mientras algunos argumentan a favor de mantener o extender estos beneficios, otros abogan por una reforma migratoria igualitaria.
Esta incertidumbre, concluye la experta, ha dejado a muchos en un limbo legal, enfrentando potenciales órdenes de deportación.