Aunque no atraviesa su mejor momento, ya que ha tenido que salir de la casa en que vivía alquilada en Miami y estará hasta febrero en “un motelito”, la cubana Lucy Sosa ha arremetido contra su coterránea, Yarelis Lugo, a quien le ha dado por ser cantante.
El mismo día en que Yarelis, cuyo triángulo amoroso con el bicitaxista Lázaro Pérez y su esposo Raciel González la hizo viral en redes sociales el año pasado, anunció que sacaría su “segunda canción”, Sosa salió a afirmar que “ya aquí cualquiera es cantante y se cree diva”.
Sosa, que en la última década se ha convertido en una polémica figura dentro de la comunidad cubana en Estados Unidos por su manera muy particular de hablar, que a algunos les parece demasiado vulgar y a otros demasiado chistosa, fue noticia hace unos días, cuando denunció que debía dejar su vivienda porque el propietario de la misma la había desalojado.
Conocida en el ámbito digital como La mulata del Caribe, La queen de las redes sociales o La mujer de acero, la cubana de 64 años, que lleva más de cuatro décadas en Estados Unidos, ha pedido ayuda para encontrar una nueva renta y fondos para poder pagarla.
Si bien esta semana la han criticado muchos cubanos, que creen que Sosa ha debido gestionar mejor su vida, otros han respondido a su llamado desesperado.
Pese a que su situación a largo plazo no está resuelta, Sosa señaló que, tras quedar desahuciada, recibió el apoyo de cantantes cubanos como Dianelys Alfonso (La Diosa), Ramón Lavado (El Chacal), Abel Díaz (El Chulo), y Dayana Chávez (Señorita Dayana).
Según reconoció sobre la misma cuerda esta abuela, a quien le falta una pierna y considera que no recibe suficientes ayudas del gobierno, sabe que está “en candela”.
El controversial personaje dejó claro que finalmente no la sacaron de su casa, sino que ella “se fue sola”, y ahora, “gracias a Dios” se encuentra en “un lugarcito” del que tiene que mudarse el mes que viene.
Amén de su triste realidad, Sosa, que ha lamentado el tener que irse a vivir a “la calle” o “debajo de un puente”, cree esperanzada que “esto se arregla”.