Un cubano fue detenido después de asistir a su cita reciente en la oficina de inmigración de ICE en Miramar, Florida, con un documento I-220 B, lo que ha causado angustia a su familia y amigos.
Él es parte de un grupo de 36 cubanos que fueron detenidos el año pasado durante varios días y liberados, luego de colocarles monitores de seguimiento electrónico en sus tobillos. Más de una docena de esos migrantes están actualmente bajo custodia nuevamente, y dos de ellos ya han sido deportados.
El detenido expresó su decepción, enfatizando la necesidad de que los portadores del documento I-220B luchen por un cambio en su estatus, considerando injusto que se les permita la entrada y luego enfrenten la deportación.
A pesar de llegar con su abogado y con la esperanza de que lo dejaran salir, quien salió fue el abogado del detenido, dejándolo en un futuro incierto y alegando que teme su regreso a Cuba donde no tiene conexiones, ni lugar donde vivir.
El abogado consideró que la decisión parecía preestablecida y expresó su frustración por el trato a los cubanos trabajadores mientras otros con un pasado de represores y delincuencial, permanecen en las calles.
Según expresó el abogado, su representado ha estado viviendo y trabajando en los Estados Unidos durante casi cinco años con el documento I-220B.
Su madre y un amigo de la familia consideran la situación injusta, viéndola como una traición por parte de la administración actual y el país.
A finales de junio, otro cubano con una orden de deportación fue liberado después de presentarse en la oficina de inmigración de Miami Lakes. Su llegada a los Estados Unidos en una balsa en 2021 y sus dificultades de comunicación probablemente jugaron un papel en el rechazo de su reclamo creíble de temor al asilo, expresó en una nota el portal Cubitanow
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