En la madrugada del lunes, el Consejo Electoral Nacional (CEN) de Cuba encontró casi medio millón de votantes que, por alguna razón, no aparecían el domingo en la noche, cuando fueron presentados los resultados preliminares de las elecciones para diputados de la Asamblea Nacional del Poder Popular (Parlamento), en los que, para sorpresa de nadie, fueron elegidos los 470 candidatos en contienda…
Como había anunciado la noche previa, la presidenta del CEN, Alina Balseiro, concurrió ante la televisión nacional para informar sobre el proceso del escrutinio, el cual arrojó que 6 millones 164.876 cubanos de los 8 millones 120.072 registrados ejercieron su derecho al voto, lo que representa el 75.92 por ciento del padrón electoral
Tal cifra representa un alza del 5 por ciento en la participación respecto al corte previo, emitido sobre las 9:00 de la noche, casi dos horas después de que cerraran los colegios electorales, una hora después de lo previsto, a la espera quizás de que los más rezagados u olvidadizos acudieran a su “cita con la Patria”.
Según los nuevos datos brindados por Balseiro, 90.28 por ciento de las boletas depositadas en las urnas fueron válidas, el 6.22 por ciento fueron dejadas en blanco, y el 3,5 por ciento tuvieron que ser anuladas. Del total de los votos válidos emitidos, el 72.1 por ciento fueron votos por todos los candidatos, el famoso voto unido que impulsó el oficialismo, y un 27.9 por ciento optó por el voto selectivo.
Al final, fueron elegidos los 470 candidatos que “competían” por 470 curules en la Asamblea, pues solo necesitaban contar con más del 50 por ciento de los votos válidos. El próximo mes serán investidos para la nueva legislatura, que tendrá la encomienda de cumplir el trámite de aprobar al presidente y vicepresidente del Consejo de Estado, el próximo 19 de abril.
A su vez, este resultado confirma que fue elegido el gobernante Miguel Díaz-Canel, quien recién regresó de República Dominicana, donde participó en la Cumbre Iberoamericana de jefes de Estado y de Gobierno. Con su elección, el mandatario asegura la elegibilidad para que la Asamblea vuelva a elegirlo para un nuevo lustro en el poder.
Varios medios internacionales califican las elecciones de “pseudo-elecciones”, justamente porque no había rivalidad, y había un escaño para cada candidato, ninguno de ellos tiene antecedentes como opositor al gobierno, y casi en su totalidad militan en el Partido Comunista de Cuba, el único reconocido por la Constitución cubana.
Activistas de la oposición afirman que fueron detenidos mientras intentaban realizar una suerte de observación independiente del proceso, aunque igual muchas personas acudieron a votar más por disciplina, hábito o ganas de romper la rutina dominical que por una convicción de que realmente había algo en juego en este sufragio.