la situación en Venezuela sigue siendo precaria, con un gobierno que enfrenta acusaciones de manipulación electoral y represión, y una oposición que exige el respeto de los resultados que, según sus propias actas, dieron la victoria a Edmundo González Urrutia. La comunidad internacional, incluida la UE, continúa presionando por una mayor transparencia y la publicación de los resultados electorales.
La Organización de Estados Americanos (OEA), que iba a dirimir entre sus miembros el asunto, teniendo como objetivo obligar al régimen venezolano a que publicara los resultados electorales de las recientes elecciones presidenciales, no logró alcanzar un consenso durante cinco horas de debate.
El Centro Carter ha reiterado su compromiso con la democracia y los derechos humanos al denunciar estos eventos, y junto con otros observadores internacionales, sigue exigiendo claridad, justicia y el respeto a las normas democráticas en Venezuela.
Los pronósticos dan como ganador al ex diplomático Edmundo González pero pocos venezolanos confían en que Maduro, de 61 años, acepte el resultado de las elecciones y salga del poder.
Estas elecciones no solo decidirán los 61 eurodiputados que representarán a España, sino que también podrían redefinir el futuro de las relaciones entre la Unión Europea y Cuba.
El presidente también tiene múltiples objetivos políticos y promesas incumplidas de su primera campaña que está animando a los votantes a que le den otra oportunidad de cumplir.