“Felele es un villano querido”. Conversando con Jorge Molina

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Si algo tiene la telenovela cubana , cuyos últimos capítulos se transmiten actualmente por el canal Cubavisión, es un villano tan sólido, inquietante y misterioso como el Felele que encarna el cineasta y actor Jorge Molina, y que como bono nos ha regalado un versión singular y ácida del conocido tema humorístico musical “El niño caníbal”, con el que sorprendió a más de un espectador, dado que su personaje es el único que no canta en los créditos iniciales del seriado, sellándolos con una enigmática invitación al silencio.

Cuballama conversó en exclusiva con Molina sobre la concepción de este personaje tan malvado pero que se ha ganado la simpatía de una buena parte de los públicos que siguen la telenovela, y que lo han apreciado previamente en varios capítulos del policiaco Tras la huella, donde ha encarnado también a muy diversos villanos.

Molina cuenta mediante llamada telefónica que cuando Lester Hamlet, el director general de la telenovela lo invitó a encarnar a Felele, le comentó que no quería “hacer el malo que hacen los demás. Nunca voy a levantar la voz, a no ser que lo necesite. Voy a hablar bajito. Así que los sonidistas van a pasar trabajo”, y acto seguido rememora que “el malo más interesante que he visto es Marlon Brando en la película El Padrino, que es un malo que quieres. Con su voz suavecita. Además, soy fan a Mickey Rourke, y me gustaba que en las películas siempre susurraba. Tenía una voz muy bonita, una voz muy suave. Siempre quise ser Mickey Rourke. Y lo enfoqué en ese sentido, en el susurro, con una textura baja, suave”. 

“Y me dije: este tipo también tiene que tener cosas interesantes”, sigue recordando Molina. “Le empecé a agregar cosas que me gustan, sobre todo el cine: quise que fuera cinéfilo, medio filósofo, pero sobre todo muy cínico y taimado. Además, últimamente estoy tratando de hablar menos en las cosas que hago. Si mis personajes pudieran ser mudos sería mejor. Porque me gusta mucho trabajar con la mirada, con mi rostro. Y todo eso se lo fui añadiendo a Felele. Habla solamente lo necesario. Quizás diga algún un chiste, cosa que no me gusta, pero a veces me lo pedía el director, como en la escena del cementerio donde hago como el batutero de una banda municipal. Nunca estuve de acuerdo. Me dije: esto va a abaratar a Felele porque hasta ahora se ha mantenido como un tipo muy serio. Alguien me dijo que no le había gustado pero en general dio gracia”.

Jorge Molina se caracteriza por la vehemencia y entrega con que asume todos los proyectos, como director de sus películas, de las más provocadoras y relevantes de la contemporaneidad fílmica cubana, y como actor, ya sea auto dirigido o dirigido por terceros. “En cualquier cosa que hago que tenga que ver con el arte me va la vida”, declara a Cuballama.

“Tengo consciencia de mi profesión. Cualquier escena que haga, cualquier texto que diga, siempre va a tener una convicción, mi convicción, mi verdad, que no es absoluta pero es la verdad de Molina”, y recuerda cuánto lo marcó cuando un profesor de teatro le recomendó “no actúes.  Es el gran consejo que me han dado: No actúes, se tú. Encuéntrate a ti dentro del personaje. Entonces cuando me dijeron que tenía que simular una cojera, dije que no podía ser igual que las cojeras de los demás. Si te das cuenta, el bastón lo paso por el interior de la pierna, la levanto con este. Más que un apoyo, el bastón es el que me la hace mover. Le pregunté al respeto a un sobrino que es médico, y me comentó que cuando se rompe la rodilla se da lo que se conoce como ʽpaso de guadañaʼ, y me encantó eso. Pues vamos a crear el paso de guadaña de Molinator. Tampoco tenía la seguridad de que eso funcionara. A veces hasta perdía el ritmo. Pero parece que sí resultó”.

“Quise darle a Felele ciertas emociones, revelar que tiene cierta cultura aunque es un tipo del “ambiente”, que es un ser humano también porque tiene una relación con su primo, al que quiere”, explica Jorge Molina. “Traté de humanizarlo porque en la escritura tampoco el personaje era muy fuerte. Eso dependió del actor que lo interpretara. Es lo que hizo también el primo, interpretado por Víctor Garcés. Era inicialmente poco más que un extra, nombrado simplemente Custodio 1 en el guion. Y este actor, que es muy bueno, lo convirtió en personaje. Eso es lo interesante: cómo tienes algo en la mano y qué le puedes aportar para que sea mejor, para que sea potable”.

Felele es conocido y reconocido por los públicos como un personaje tan repelente como pintoresco, que a pesar de sus malvadas acciones —que incluyeron enterrar vivo a uno de los personajes protagónicos, el Manolo de Herón Vega—, no provoca el rechazo absoluto de los televidentes.

“Increíblemente Felele es un villano querido”, confiesa y se sorprende Jorge Molina. “Ha calado en los públicos y quizás sea por esa pequeña vis cómica que tengo, que me sale a veces aunque sea muy serio. Y eso quizás también ayuda. Traté de que fuera un personaje malo pero no demasiado MALO. Sobre todo malo por sus acciones. Pero que fuera como cualquier vecino y que tuviera un lado humano. Sucede que acá a los actores les gusta encarnar malos demasiado hiperbolizados, y no quería eso. No sabía si iba a salir bien. Pero sí creía en lo que iba a hacer. No tenía claro cómo iba Felele a calar entre la gente. En una novela anterior, a un actor lo agredieron en la calle por su personaje negativo. A mí me paran para felicitarme por mi actuación. Me dicen: te odio, pero me simpatizas”.

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