En una reciente entrevista para el programa de podcast de la actriz y presentadora cubana Yuliet Cruz, el renombrado actor Francisco Gattorno compartió detalles de su carrera y experiencias personales en el mundo de la actuación. La conversación abarcó desde sus inicios en el Instituto Superior de Arte de Cuba hasta su éxito internacional en el cine y la televisión.
Gattorno, quien comenzó su carrera con la película «Una novia para David» en 1993, recordó cómo Orlando Rojas, el director, buscaba actores sin experiencia cinematográfica para mantener la autenticidad de los personajes. Este papel fue su catapulta a la fama en Cuba, seguido de su participación en la novela «Hoy es siempre todavía», dirigida por Tony Lechuga.
Durante la entrevista, Gattorno destacó la influencia de su profesora de actuación, Ana Viñas, quien le enseñó técnicas basadas en el método de Stanislavski. Habló con nostalgia de sus años en el Instituto Superior de Arte, describiéndolos como una época formativa y llena de camaradería entre los estudiantes.
Uno de los momentos más memorables de su carrera fue su participación en la icónica película cubana «Fresa y Chocolate» (1993), dirigida por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío. Gattorno mencionó cómo esta película, que fue nominada al Oscar como Mejor Película Extranjera, le permitió alcanzar reconocimiento internacional y abrirse paso en la industria del cine fuera de Cuba. Recordó con cariño su colaboración con Alea, describiéndolo como un director de actores excepcional.
Gattorno también reflexionó sobre su transición a México, donde su carrera dio un giro significativo al ingresar a Televisa. Relató cómo Florinda Meza, durante el casting para la telenovela «La Dueña», quedó impresionada por sus habilidades ecuestres, lo que le aseguró el papel principal. A pesar de los desafíos iniciales con el acento neutro, Gattorno logró adaptarse y consolidar su carrera en las telenovelas mexicanas.
Además de su carrera en televisión y cine, Gattorno compartió su amor por el teatro, describiéndolo como su verdadera pasión. Habló de sus experiencias en el teatro cubano y mencionó su reciente participación en la obra «La Ternura» en Providence, destacando la magia y la conexión única que se logra con el público en el teatro.
La entrevista también abordó los retos personales que Gattorno ha enfrentado, incluyendo la presión de la prensa amarillista en México. El actor habló sobre cómo ha aprendido a manejar los ataques mediáticos y a no dejarse afectar por las críticas infundadas, enfocándose en su trabajo y en la conexión positiva con su audiencia.
Francisco Gattorno concluyó la entrevista reflexionando sobre las alegrías que le ha brindado su carrera. Para él, la actuación es una forma de dar felicidad y provocar reflexiones en el público, algo que considera invaluable. Agradeció a Yuliet Cruz por la oportunidad de compartir sus experiencias y expresó su deseo de continuar haciendo teatro y cine, llevando su arte a nuevas audiencias.
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