Cuba reinició la producción de algunos medicamentos de alta demanda tras la llegada al país de suministros y materias primas esenciales para la fabricación de esos fármacos, aunque la industria todavía no alcanza a cubrir la demanda, informaron medios estatales.
En el caso de los inyectables utilizados en pacientes de cuidados intensivos, se encuentran en proceso de producción medicamentos vitales como Aminofilina, Labetalol, Fenoterol y Morfina de 10 y 20 mg, dijo la directora de Operaciones y Tecnología del Grupo Empresarial BioCubaFarma, Rita María García.
La directiva achacó a la “escasez de vidrio a nivel internacional” el cierre durante cuatro meses de las plantas que fabrican esos inyectables y aseguró que esos productos ya se están distribuyendo a los hospitales, de forma gradual.
Reconoció que actualmente hay un déficit agudo de citostáticos, un tipo de sustancia vital en medicamentos de uso oncológico.
García admitió, además, que el suministro de medicamentos distribuidos a través de tarjetas de control ha sido muy inestable, como consecuencia de la grave crisis económica y financiera de la isla que también ha impactado a su industria biofarmacéutica, responsable del 61 % del “cuadro básico”.
No obstante, aseguró que ya disponen de materias primas para garantizar la fabricación de Hidroclorotiazida, al menos hasta el mes de agosto, y destacó la reanudación de la producción de otros productos controlados como el Nifedipino (antihipertensivo), la Warfarina (anticoagulante) y el Clonazepam (ansiolítico), entre otros que estaban en falta.
BioCubaFarma ya cuentan con los insumos para fabricar dos medicamentos vitales para los pacientes diabéticos: Glibenclamida y Metformina, aunque de esta última disponen de una cobertura pequeña, según García.
La directora de Operaciones y Tecnología de BioCubaFarma señaló que persiste la “baja disponibilidad” de Enalapril y graves afectaciones de medicamentos de la tarjeta de control como el Alopurinol, la Amiodarona, el Omeprazol en cápsulas y el Haloperidol de 5 mg.
Asimismo, dijo que en el primer trimestre de 2023 se pudieron distribuir varios fármacos que estuvieron afectados desde el año pasado, como el Timolol, Dorzolamida, Homatropina y Latanoprost, de la línea de los colirios.
En relación con los antibióticos, precisó que los insumos recibidos por la industria recientemente apenas alcanzan para entregar Cefalexina, Cefixima y Ciprofloxacino de manera estable “durante dos o tres meses”, mientras continúan paradas las líneas de producción de Amoxicilina, Co-Trimoxazol, Azitromicina, por falta de materias primas.
La escasez de medicamentos se ha vuelto un problema recurrente durante los últimos años en Cuba, sobre todo desde la llegada de la pandemia de COVID-19, que puso en jaque a todo el sistema de salud de la isla y lo hundió en una crisis de la que no ha podido recuperarse.
El déficit de medicinas ha sido tan notable que el gobierno se vio obligado a permitir la importación de fármacos por parte de la población, para aliviar el problema.