Unos cubanos que se quejan desde el año 2020 por la peligrosidad de un poste eléctrico que amenaza sus vidas y sus viviendas, han encontrado en los funcionarios esta respuesta: «No hay recursos».
Así recoge este jueves el diario oficialista Juventud Rebelde una queja sobre un poste eléctrico, en su sección Acuse de Recibo, una especie de columna cotidiana de catarsis pero que, en la práctica, ha devenido pieza vital y sustituta de los tribunales en la isla.
Sí, porque con Acuse, los problemas que afectan la vida de miles de cubanos se resuelven mejor que siguiendo los canales establecidos. Una queja como esta puede demorar por los maquiavélicos canales de reclamación que tiene implementados el gobierno, incluso, más de tres meses. De hecho, lo normal es que se retrase tres años en arreglarse o resolverse el asunto.
Sin embargo, los cubanos han encontrado la solución «ideal»: escribirle a Pepe Alejandro a Juventud Rebelde.
Una vez que los funcionarios y burócratas socialistas ven sus nombres y cargos expuestos en la picota pública, sacan gasolina de sus carros y mandan un camión a resolver «la avería».
Así ha funcionado durante años esta columna de quejas en la prensa oficial. No es la única, pero sí la más eficiente. La sección Cartas a la Dirección, de Granma, «su competidora», es casi un gavetero de telegramas. El Partido Comunista de Cuba, su patrón y patrocinador, no quiere quejas tan explícitas en las páginas de su diario.
A Pepe le han escrito ahora unos residentes en Chaparra, Las Tunas, para ver si puede tocar el corazón de los funcionarios en ese territorio antes de que el poste eléctrico se caiga y acabe con la quinta y con los mangos.
Temerosos de morir electrocutados, escriben estos cubanos a quien tal vez sea, como Obi Wan Kenobi: «su última esperanza».
En la misiva, relatan que el poste eléctrico se encuentra sostenido más que por la gravedad, por milagro.
Son Ivet García Peña, Lelys Riveras Canelles, Nathalí Suárez Riveras y Michel García Nápoles, desde el barrio Pueblo Viejo en Chaparra, municipio tunero de Jesús Menéndez, los que escriben en nombre de los vecinos de la calle 6.
Lo califican de «verdadero peligro, que puede cobrar accidentalmente la vida de alguna persona».
El problema es en la base del poste eléctrico, hecha de hormigón, pero que está totalmente deteriorada, pues «su parte baja perdió completamente el revestimiento de ese material, con las barras de acero totalmente expuestas y oxidadas por la intemperie.»
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El poste eléctrico «sostiene cables de alto voltaje, y es un peligro potencial para las viviendas más cercanas, en caso de derribarse un día».
¿Qué ha pasado? ¿Dónde se han quejado? En todos lados. La respuesta «oficial» es esta: no hay recursos.
Así les dijo el Delegado del Poder Popular. Así les dijeron en la Asamblea Municipal del Poder Popular, les reafirmó un directivo de la OBE de Jesús Menéndez, y les respondió un funcionario de Atención a la Población de la Empresa Eléctrica.
«En esos momentos no tenemos en la empresa ni postes ni grúa para hacer este trabajo,» dijo el hombre.
«Le hemos insistido al delegado sobre nuestra preocupación», afirman estos cubanos sobre el poste eléctrico, pero ninguna de las respuestas logra convencerlos.
Creen que ya, con el tiempo, debe ser «un caso olvidado» del que se acordará el gobierno, un día, tal vez, cuando el poste eléctrico caiga y mate a más de uno.
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