El panorama energético de Cuba continúa su espiral descendente con una nueva oleada de apagones programados que prometen ser más severos que nunca.
Para este miércoles, la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) anunció cortes de electricidad que afectarían hasta 595 MW de capacidad de generación, pero la realidad fue superada de manera escandalosa, con más de 1100 MW de déficit, según reconoció en su canal de Telegram la propia Empresa Eléctrica a las 10:36pm.
En el comunicado expresaron que la situación continuará hasta junio, y que forma parte de una estrategia para poner en mantenimiento las plantas generadoras de energía con vistas al verano; a lo que se suma la entrada en mantenimiento programado de la Unidad generadora de Felton por 25 días.
En total son 25 – ¡vaya numerito! – las plantas de generación distribuida que se encuentran fuera de servicio en el país.
Desde tempranas horas de la mañana del miércoles, los cubanos comenzaron a experimentar interrupciones en el suministro eléctrico, comenzando a las 5:51 a.m., con un déficit que alcanzó los 490 MW durante las horas pico.
Los apagones se extendieron por todo el país e incluso en La Habana, en al menos 11 municipios, las interrupciones duraron alrededor de cuatro horas, exacerbando la ya crítica situación energética que vive la isla.
Peor aún fue hacia el interior del país, con apagones que duraron 14, 15, 16 y hasta 17 horas.
Las redes sociales se convirtieron en el más fiel testigo de lo que estaba sucediendo. Así, reportaba la situación en Camagüey el periodista José Luis Tan Estrada.
En Holguín, Ernesto Almaguer Díaz.
En Sancti Spíritus, Pedro de Jesús López Acosta.
La crisis ha llevado a la UNE a implementar medidas extremas de ahorro, como la prohibición del uso de acondicionadores de aire administrativos y la limitación de la iluminación en zonas comunes durante las horas pico. Estas medidas, aunque necesarias, son solo un parche temporal a un problema estructural que requiere soluciones a largo plazo y de las que jamás se ocupó el gobierno, que en lugar de estar interesado en invertir en la energía eólica o solar, ha invertido millones de dólares – la mayor parte de sus ingresos – en la construcción de hoteles que ahora permanecen vacíos.
El gobierno de Miguel Díaz-Canel ha reconocido la severidad de la crisis, pero las promesas de mejora aún no se materializan en acciones concretas que puedan aliviar la situación. Los ciudadanos, por su parte, expresan su frustración y desesperanza, anticipando un verano especialmente difícil si la situación no mejora pronto.
Hace dos años, Díaz-Canel, ignorante en un tema que supera su conocimiento, le anunció al pueblo que los apagones se solucionarían. Los cubanos, aun esperan. Algunos, que solucione el problema. Otros, que dimita.
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