Una de las ex periodistas del periódico oficialista Granma, órgano oficial del Partido Comunista de Cuba, Ana Ivis Galán García, anda exigiendo y reclamando a los cuatro vientos en Facebook sus mandados del mes.
Según esta «joya» del panfleto ideológico y brazo derecho del PCC, ya retirada de las «letras» pero muy activa en las redes sociales como defensora a ultranza de los «logros» de su socialismo, el bodeguero le robó no solo sus mandados, sino los mandados de todos los consumidores. Luego, los vendió, y largó la pata de «la Patria» que Ana Ivis Galán defiende todos los días en Facebook.
El bodeguero «avanzó» y eso les duele. O al menos le duele muchísimo a la periodista oficialista, que luego de denunciar durante años «lo mal hecho» por sus compañeros en el Granma, ahora se siente estafada, y le duele haberse quedado sin mandados. El bodeguero fue «por más», pero Ana Ivis Galán quiere sus mandados.
Según la periodistas oficialista, en la bodega donde ella compra las migajas que le reparte el gobierno, roban a cuatro manos. ¿Quiénes? Los mismos dependientes.
El hecho ocurrió el pasado mes de octubre, pero fue denunciado el martes por la periodista oficialista. Según una fuente «amiga», la denuncia demorada de Ana Ivis Galán ocurre ahora porque «llevaba dos meses esperando por una solución».
«No sé cómo se atrevió a hacer la denuncia. De hecho, ella es de las que le da palos a la gente en las redes cuando hacen denuncias similares. Algo «raro» está sucediendo,» afirmó la fuente y recordó que hace apenas unos días otra veterana del periodismo cubano, y también defensora de la Revolución desde las máquinas de redacción en el Granma, Iraida Calzadilla, denunció que estuvo durante 20 días haciendo cola en CADECA para comprar dólares y al final no pudo comprarlos.
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«Esto debe ser como el Karma,» dijo desde Sta Clara una fuente, a modo de conclusión, y aseguró que esta no es la primera ocasión en que Galán García se queja, pues «en junio se quejó también, por haber gastado mil pesos en un agro y compró cuatro boberías.»
En realidad no fue en junio, sino en julio.
La historia del bodeguero «balsero»
Galán García reside en el municipio Diez de Octubre, y compra sus alimentos normados en la bodega sita en la calle Destrampes, entre Freyre Andrade y Aranguren, en el reparto Sevillano.
Fue en octubre cuando ella se enteró de la partida hacia otras tierras del bodeguero. Allí se enteró que este, antes de partir, le robó sus mandados a ella y a otros consumidores y los vendió.
Luego de dos meses de quejas y reclamos, a la periodista oficialista Ana Ivis Galán García la enviaron a otra bodega, pero cuando llegó a buscar lo que le robaron, descubrió que su libreta de abastecimientos no había sido censada. No aparecía en un «control» – socialista 100% – que recogía el nombre de los que fueron despachados antes del robo y cuáles no.
«El compañero que ayudaba al atento bodeguero, con su frescura en la cara nos dice que no puede despacharnos porque él mismo fue a la bodega, hizo el censo de las libretas «afectadas y la nuestra no aparece», relató en su muro de Facebook Galán García.
«Otros roban, estafan, venden lo que no es suyo, se llevan el dinero y nosotros, los ‘bobos’ pagamos. Si nosotros trabajamos, y trabajamos bien duro y sin descanso, que ni tiempo pa’ mirarnos la cara en un espejo tenemos, ¿cuándo diablos voy a ese dichoso censo, en que tiempo, en que momento?», cuestionó esta veterana del periodismo cubano que ahora, con el callo pisado, grita a los cuatro vientos porque Santa Claus le traiga unos mandados en un trineo.
Luego de esa amarga decepción 100% burocrática sufrida por la periodista oficialista, ella devolvió sus pasos a su bodega de origen. Cuando reclamó, la nueva bodeguera, no pudo darle una respuesta.
Al regresar a su bodega de origen para reclamar, pero su bodeguera no pudo darle una respuesta.
«Me sentí tan molesta, burlada, robada, ofendida por todos: desde el bodeguero, hasta las funcionarias de Comercio del municipio, de la provincia y hasta por la Ministra de Comercio Interior. ¿O es que cada quien es un feudo y las orientaciones de arriba no las escuchan, no les interesan, no tienen que ver con ellos?», criticó.
«¿Pa’ qué tanto censo, tanto torpedo, tanto papel, si al final no hay control exacto de nada y te tumban donde quiera? ¿Por dónde andan mis mandados? ¿Por fin quién se los robó?», concluyó la ex periodista del Granma, que utilizó esta vez el espacio de su perfil de Facebook no para defender la Revolución, sino a uno de los enjendros creado por esta.