La Superintendencia del Banco Central de Cuba (BCC) reconoció este viernes que en estos momentos está en marcha un juicio en la corte británica contra la República de Cuba y el Banco Nacional de Cuba por impago de deudas.
Un comunicado de la entidad publicado en Twitter informa que “actualmente se está desarrollando en Londres un procedimiento judicial ante el Tribunal Superior de Justicia británico por una reclamación de recuperación de deuda contra el Banco Nacional de Cuba (BNC) y la República de Cuba”.
El texto califica al demandante, CRF I Limited, como un “fondo buitre” constituido como sociedad mercantil off shore en Gran Caimán y explica que ese término se utiliza para designar a los fondos de inversión que “compran en el mercado secundario, a precios de remate, las deudas emitidas por países, para reclamar el pago inmediato de su 100% bajo amenaza de demanda judicial”.
La Superintendencia del BCC afirma que CRF no es acreedor del BNC y de Cuba y que “nunca lo ha sido”.
Indica que en el proceso judicial se dirime precisamente si la isla y su Banco Central son deudoras del fondo de inversión con sede en Caimán por un monto de 72 millones de euros.
“El objeto de este procedimiento es deuda pública porque fue contraída por el BNC antes de 1997, cuando tenía funciones de Banco Central. Desde entonces, el BNC no tiene facultad para actuar en nombre del gobierno cubano”, precisa la nota, como si el cambio de nombre de su principal entidad bancaria los exonerara de sus compromisos.
No obstante, el comunicado afirma que el BNC y Cuba “jamás han desconocido sus deudas y han mantenido siempre el interés de negociar con sus legítimos acreedores”.
La directiva del BCC no menciona que una de las entidades demandantes es la filial londinense del estatal Banco Industrial y Comercial de China (ICBC), en representación de algunos de sus clientes acreedores de deuda cubana.
Tampoco menciona que el proceso ha demorado años y ahora es que llega a los tribunales británicos, que son considerados “la autoridad” internacional en este tipo de demandas.
A juicio de varios expertos, un fallo en contra de la isla podría acarrear serias dificultades para el país en la arena internacional, pues vería muy limitadas sus posibilidades de acceder a créditos e incluso derivar en un embargo de activos cubanos en favor de sus demandantes.
Las reclamaciones contra la República de Cuba y el BNC suman cerca de 200 millones de euros de capital de deuda principal y alrededor de 1.000 millones en intereses.
