Balmaseda y Limonta, dos Marios imprescindibles de la actuación en Cuba

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Por esas cosas de la vida, dos titanes de la actuación en Cuba vieron la luz un 19 de enero: uno celebró ayer su 87 cumpleaños, el otro, tristemente, falleció en octubre pasado. Nos referimos a Mario Limonta y Mario Balmaseda, dos imprescindibles de la cultura cubana, quienes legaron grandes escenas al imaginario nacional, tanto individualmente como juntos.

Para Limonta, la celebración tuvo un sabor amargo, pues fue su primer cumpleaños desde la muerte de su compañera de vida y trabajo, Aurora Basnuevo, la “mulatísima” Estelvina de Alegrías de Sobremesa, la que recordamos de niños cantándonos “Juan me tiene sin cuidado”. Basnuevo murió en septiembre, y de inmediato llegaron los mensajes de solidaridad hacia Limonta, quien los agradeció con su profunda y característica voz.

Oriundo de Guantánamo, Limonta inició su carrera como declamador en la emisora provincial y luego en los espacios dramáticos del Circuito Nacional Cubano, hoy Radio Rebelde. Su primer protagónico en cine fue La decisión (1964), pero uno de sus papeles más recordados llegó en 1974 con De cierta manera, donde protagonizó un contrapunteo con Balmaseda en quizás la asamblea sindical más icónica del séptimo arte en la isla.

Otros roles de peso fueron El Brigadista (1977), Retrato de Teresa (1979), Las profecías de Amanda (1998), Miel para Oshún (2001), El cuerno de la abundancia (2009), entre otras. Se le recuerda por la peculiar voz que le dio al Sargento Arencibia en el popular show televisivo “San Nicolás del Peladero”, y luego encarnó a Sandalio “el Volao” en los tiempos finales de Alegrías de Sobremesa.

Por su parte, a Balmaseda se le recuerdan por dos roles fundamentalmente: Antonio Maceo en Baraguá (1986) y Reinier, el agente de la Seguridad del Estado en Algo más que soñar, junto a Sergio Corrieri. Ambos coincidieron antes en El hombre de Maisinicú (1973). También quedaron en el corazón de los espectadores su papel como manager de Industriales en En 3 y 2, y en la hilarante comedia Se permuta (1983), junto a la consagrada Rosita Fornés y una muy joven Isabel Santos.

Tanto Limonta como Balmaseda se caracterizaron por su porte recio, su voz profunda, su solvencia histriónica para el drama y para la comedia, así como su desempeño en el teatro. De hecho, Balmaseda es el único actor cubano que ha ganado los premios nacionales de Teatro (2006), Televisión (2019) y Cine (2021). Leyendas como él se extraña en la escena cubana. Aún contamos con Limonta… no lo desaprovechemos…

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