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Cancillería de Cuba y los derechos humanos: “el burro le dice orejón al conejo”

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La excusa de toda la vida, el bloqueo. La Cancillería de Cuba vuelve a decir que es Estados Unidos quien viola los derechos humanos de los nacidos en la isla. Ellos no, ellos no reprimen

Que no, que no cuela. Que ya no cuela. Que el mundo entero los está viendo. Que las redes sociales los están dejando en cueros. Da igual lo que diga la Cancillería de Cuba sobre “engañoso informe de derechos humanos”. La farsa de más de seis décadas está al descubierto.

No gustó a quienes gobiernan Cuba la imagen que se da de la isla en el informe del Departamento de Estado de los EEUU sobre Derechos Humanos de 2020. Lo consideran un texto arbitrario y lleno de “alegaciones engañosas y politizadas”.

La doblez del discurso es elocuente. El cinismo de Carlos F. de Cossio -director general de Estados Unidos en la Cancillería de Cuba- es solo verborrea. Dice de Cossio, según el portal oficialista Cubadebate, que “el gobierno de los Estados Unidos se aprovecha de modo oportunista de un tema tan sensible como los derechos humanos para su política de agresión contra países que no se subordinan al gobierno estadounidense, y que defienden el derecho soberano de sus pueblos a la libre determinación”.

El tema de los derechos humanos ciertamente es sensible, muy sensible. Sobre todo porque en la isla, en tiempos de pandemia, se han violado aún más. Hay una larga lista de hechos de como pisotean los derechos humanos más elementales. Pero de esos, el director general de Estados Unidos en el Ministerio de Relaciones Exteriores (MINREX) nunca hablará.

Carlos F. de Cossio es la voz de quienes gobiernan Cuba, esos valedores del ultraje que solo silencian la realidad de la isla que los retrata: los excesos contra el Movimiento San Isidro; la huelga de hambre contra la represión que iniciaron hace días opositores de la Unión Patriótica de Cuba; los secuestros de mujeres activistas por agentes de la Seguridad del Estado; el sitiar las viviendas de periodistas independientes como Luz Escobar; o el que la joven Karla Pérez tenga prohibida la entrada a la isla.

Muchos ya no se creen el cuento de los que gobiernan Cuba, pero Cossio en uno de esos habituales malabarismos de la diplomacia castrista, opta por denunciar las violaciones a los derechos humanos del eterno enemigo: los EEUU. Algo así como el burro diciéndole orejón al conejo. Expresa el funcionario del MINREX: “las violaciones flagrantes y sistemáticas de los derechos humanos en los Estados Unidos y por parte del gobierno de ese país son conocidas y están documentadas. Estas se refieren al racismo, la xenofobia, la brutalidad policial, la tortura a prisioneros, las encarcelaciones prolongadas, el uso de cárceles secretas, el antisemitismo, el macartismo y otras formas de intolerancia religiosa e ideológica. A ello se agregan los asesinatos extrajudiciales en varias partes del mundo y las detenciones arbitrarias y prolongadas de personas inocentes”.

También Bruno Rodríguez Parrilla, el titular de Exteriores del castrismo, proyecta en Twitter su cuota diaria de enredos y evasivas. No son ellos, es el bloqueo el que “asfixia a #Cuba económica y financieramente; pretende impedir nuestro desarrollo y provocar, mediante el hambre y la desesperación, la claudicación del camino elegido de forma soberana por el pueblo”.

Neus Francino

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