Durante un control de equipaje en el paso fronterizo Gualeguaychú – Fray Bentros, personal de la Dirección General de Aduanas en el paso fronterizo limítrofe con Argentina, descubrió que un viajero con residencia en la capital de ese país, Montevideo, intentaba introducir a la nación seis litros de semen porcino en su valija.
El viajero aseguró que no tenía nada para declarar, pero el inspector, al revisar su equipaje, encontró 60 sachets de 100 mililitros en un compartimiento de su valija.
Como el turista no tenía el Certificado Veterinario Internacional ni la factura de compra, la mercancía fue secuestrada y se estima que el valor en infracción ronda los $100.000 dólares.
Según señala uno de los medios que cubrió la noticia, que la exportación de material reproductivo animal requiere la presentación del Certificado Veterinario Internacional, cosa que este viajero evidentemente no poseía, ni tenía la intención de poseer.
Resulta sin dudas un caso raro, pero no es la primera vez que turistas intentan introducir ilegalmente a un país cosas raras como estas sin declararlas en la aduana.
Entre algunas de esas cosas que en algún que otro momento los oficiales aduaneros han interceptado, están las «normales», tales como:
- Animales vivos, como serpientes y tarántulas.
- Partes del cuerpo humano, como cráneos y dientes.
- Comida y bebida de origen animal o vegetal, como frutas exóticas y carne de canguro.
- Armas ocultas, como pistolas en forma de teléfonos celulares o cuchillos en forma de cepillos de dientes.
- Drogas ilegales, como cocaína y heroína.
- Objetos peligrosos, como explosivos y sustancias químicas.
- Disfraces extraños, como trajes de dinosaurios y máscaras realistas de personajes famosos.
- Artefactos históricos, como monedas antiguas y artefactos arqueológicos.
- Juguetes sexuales y otros artículos para adultos.
- Dinero en efectivo por encima del límite permitido o sin declarar.
Y luego están las que son más «raras», de las cuales, les dejamos este otro listado.
- Una tortuga viva oculta en un sándwich.
- Un hombre disfrazado de anciano para parecer más viejo y así poder volar con un pasaporte ajeno.
- Una armadura completa de samurai.
- Una maleta llena de carne de serpiente y vino de serpiente.
- Un paquete de un solo uso de inodoro lleno de cocaína.
- Un pájaro vivo escondido en el pelo de un pasajero.
- Un tanque de tiburones para acuario.
- Un par de botas con dos kilogramos de cocaína escondidos en las suelas.
- Un collar de perro de diamantes de imitación que resultó ser real y valorado en más de $10,000.
- Una máscara mortuoria del siglo XVIII que contenía restos humanos dentro.
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