Las máximas autoridades en Cuba han orientado sotto voce priorizar la atención a la provincia de Santiago de Cuba, a juzgar por la aparición de un poco de comida y de actividades culturales en la oriental provincia.
Luego de que el pasado domingo se les calentara la cosa en la ciudad más rebelde de los últimos cien años de historia en Cuba, han aparecido de la nada ¡hasta huevos de codorniz! para darle a la población. Por si fuera poco, la barriada de El Tívoli ha reverdecido con música y, aunque no se habla de ron, es probable que algún que otro peleón haya hecho su aparición en el complejo escenario – o no – si nos guiásemos por aquella máxima alguna vez dicha por alguien de que, para mantener a los santiagueros contentos, hay que darle ron, y así, olvidan sus penas, que son muchas.
De esta estrategia se supo a través del periodista independiente Yosmany Mayeta, quien nos dio a conocer «la buena nueva»; que no es otra cosa que una tradicional mascarada. Vaya, el pan y el circo de toda la vida.
Al parecer inspirados en lo sucedido el domingo, que tras la aparición de un camión con arroz y azúcar, y otro con leche, la concentración en la Carretera del Morro se dispersó, las autoridades de Santiago de Cuba han vuelto a la carga con una estrategia «más abundante».
Reporta Mayeta que «arroz, pollo, leche y hasta huevos de codorniz para las dietas de las mujeres embarazadas, están recibiendo los santiagueros por la Libreta de Racionamiento.»
Mayeta añade que el pueblo de Santiago de Cuba está asombrado porque «desde hace mucho tiempo no venían varios camiones cargados de productos que lleguen juntos a las bodegas locales.»
¿Recuperación económica? ¡Para nada! Las autoridades cubanas conocen al dedillo las manoseadas ganas libertarias de un pueblo que, días atrás gritaba comida y corriente, y al que ahora han complacido, dándole un poco de comida, y corriente; esta última quitándosela más a territorios como Las Tunas, Villa Clara, Sancti Spíritus y Cienfuegos, que desde el pasado domingo y lunes, aunque la CTE Guiteras entró en funcionamiento, han recibido una dosis extra de apagones para nada solidarios.
La estrategia para mantener a Santiago de Cuba contenta o al menos adormecida, se complementa – dice Mayeta – con música.
«(…) no pasó (sic) ni 24 horas de la conversación con miles de seguidores de la Influencer, para que comenzara el “Circo de la Johnson”. Residentes de la barriada musical “El Tivolí” me confirman que, “mientras la ciudad está apagada, la música en el tivolí está apululu”, dijo Mayeta y recogió declaraciones de un poblador quien reconoce que «mientras el pueblo está en la calle y la policía dando palo, ellos (los gobernantes) están dando aparentar que no sucede nada”.
Si la vida era y es miserable, en Santiago de Cuba, los gobernantes apelan a una estrategia que les funcionó durante años: mantener entretenido al rebelde pueblo.
Se supone que esta «reserva» haya salido de las FAR o el MININT, o de aquella que mantienen y renovan en época de huracanes. Es probable que el país haya negociado un poco de todo a través de sus socios de siempre, esos que a raíz de las protestas del 11J salieron a ofrecer su mano e hicieron llegar a la isla arroz, aceite, atún, y otros tantos y variados alimentos pero, entre lo que los barcos vienen, al menos al Oriente irredento hay que ir dándole migajas.
Y música, que no puede faltarle al alma.
