El camino hacia una vida mejor se ha vuelto cada vez más difícil para los migrantes cubanos en países como México y Perú.
En Perú, los migrantes cubanos enfrentan una fecha límite inminente, el 10 de noviembre, para regularizar su situación migratoria. Este ajuste se produce como parte de una iniciativa del Permiso Temporal de Permanencia, que busca regularizar la condición de los extranjeros que ingresaron a Perú ilegalmente antes de mayo. A pesar de que cerca de 150 mil extranjeros han iniciado el trámite, el Superintendente Nacional de Migraciones de Perú, Armando García, ha enfatizado que no habrá prórroga después de esta fecha.
Esta regularización permite a los migrantes trabajar o emprender de manera formal, acceder a servicios financieros, tramitar una licencia de conducir, o revalidar sus títulos profesionales en Perú.
Sin embargo, con el plazo acercándose rápidamente y la ausencia de una extensión, la presión está aumentando para aquellos que buscan establecer una vida estable en el país.
Mientras tanto, en México, la situación es igualmente desalentadora.
Yurisleydis Gómez, una de las 138 personas deportadas recientemente a Cuba, compartió su angustiosa experiencia, describiendo detenciones arbitrarias y la imposibilidad de leer los documentos que se les obligaba a firmar. Incluso aquellos con visa humanitaria y citas pendientes en la frontera estadounidense fueron detenidos y deportados. Gómez aconsejó a otros migrantes cubanos en tránsito no desesperarse y no moverse hasta tener documentos legales, aunque reconoció que incluso eso no garantiza seguridad.
El Gobierno de México reanudó los vuelos de deportación de migrantes cubanos, marcando un aumento en las repatriaciones. En 2023, 392 cubanos fueron deportados desde México, un número que subraya la creciente incertidumbre y los desafíos que enfrentan los migrantes cubanos.
La situación por Europa no es muy diferente
Los cubanos han visto cada vez más limitadas sus opciones de escape desde la isla. Incluso aquellos que no quieren arriesgarse, ya sea bien cruzando en bote el estrecho de la Florida, o en la llamada Ruta de los Volcanes, y que prefieren intentarlo hacia Europa, han visto sus opciones limitadas.
Había una ruta, «La Ruta de los Balcanes», que durante un tiempo sirvió para que cientos de ellos, miles seguramente, pudieran ingresar a territorio de la Comunidad Europea, luego de haber viajado a Rusia o Serbia, países que tenían establecidos flexibilidad en el tema de visados para los cubanos. Actualmente solo Rusia lo mantiene.
Sin embargo, en una reciente operación policial se desmanteló una organización criminal transnacional que era quien traficaba con migrantes cubanos hacia Europa. La operación, llevada a cabo en colaboración con INTERPOL y EUROPOL, resultó en la detención de 62 personas en España, Serbia y Grecia, incluyendo 25 cubanos con documentación falsa y 37 miembros de la organización criminal.
La banda operaba facilitando el traslado de migrantes cubanos a Serbia, un país que hasta hace poco no exigía visado a los ciudadanos cubanos. Desde Serbia, los migrantes eran llevados a Grecia y luego a España. Se estima que la organización pudo haber traficado con más de 5,000 cubanos, cobrando 9,000 euros por persona, lo que representa un beneficio estimado de unos 45 millones de euros.
Los arrestos se realizaron en varias provincias españolas, así como en Serbia y Grecia. Además, se llevaron a cabo 14 registros en inmuebles, resultando en la confiscación de más de 100,000 euros en diversas divisas, 450 documentos de identidad de varios países, vehículos, teléfonos móviles, ordenadores portátiles, tarjetas bancarias, dispositivos de almacenamiento y una variedad de documentación. Como parte de la operación, también se bloquearon 18 propiedades inmobiliarias, 33 bienes muebles y 144 cuentas bancarias.
La investigación se inició después de identificar a numerosos ciudadanos cubanos intentando cruzar la frontera europea con documentación falsa. La organización criminal utilizaba una aplicación de mensajería para comunicarse con los migrantes, explicándoles el proceso de traslado y proporcionándoles documentos de identidad que habían sido reportados como robados o extraviados.
Los migrantes eran trasladados de Cuba a Serbia y, una vez allí, recibían cartas de invitación para simular su entrada legal, así como alojamiento cerca de la frontera con Macedonia del Norte. Luego comenzaban un arduo viaje en grandes grupos hacia Grecia, utilizando varias rutas posibles y a menudo colaborando con otras organizaciones criminales para cruzar diferentes fronteras. Los migrantes enfrentaban condiciones extremas, incluyendo largas caminatas en la oscuridad, falta de comida, y condiciones adversas. También se reportaron casos de estafas, robos, y transferencias de mujeres a otros grupos criminales para ser explotadas sexualmente.
Para una información más detallada sobre la movilidad de migrantes cubanos y de otros países por los Balcanes recomendamos leer Balcanes occidentales – Refugiados, solicitantes de asilo y otras personas en movimientos mixtos – a finales de marzo de 2023
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