Según reportes preliminares, el sospechoso actuó en solitario y llegó al establecimiento haciéndose pasar por cliente. Una vez dentro, presuntamente amenazó a la empleada con un arma de fuego y la obligó a abrir la bodega, de donde sustrajo los equipos de telefonía móvil. El individuo encerró a la dependienta en el depósito y se dio a la fuga con una bolsa grande de flores, donde llevaba los teléfonos robados.
Se trata de dos casos, separados por la distancia pero unidos por la nacionalidad y el misterio, han sacudido las emociones de la diáspora cubana en el país.
Este incidente destaca la continua crisis migratoria que afecta a la región y pone de relieve las difíciles condiciones que enfrentan los migrantes en su búsqueda de una vida mejor.
La comunidad cubana y personas de buen corazón están invitadas a colaborar en este momento de necesidad, ayudando a Sandro y su familia a cerrar este doloroso capítulo con la dignidad y el respeto que su padre merece.
Luis Enrique Méndez, cubano de 56 años de edad, murió mientras era trasladado al hospital desde la Estación Migratoria Siglo XXI del Instituto Nacional de Migración (INM) en Tapachula, Chiapas
Muchos de los migrantes cubanos que llegan vía México han completado un viaje de 1,500 millas a pie, aunque otros, desafortunadamente emprenden un camino más largo, pero la ruta se ha acortado, luego de que Nicaragua estableciera el libre visado para los cubanos.
Estas situaciones en Perú y México ilustran las crecientes dificultades que enfrentan los cubanos en su búsqueda de una vida mejor, destacando la necesidad de políticas migratorias más justas y humanitarias en la región.