La historia de Dariagnis Valdez Matamoros, una migrante cubana de 38 años, es el ejemplo perfecto de cómo los giros inesperados del destino pueden llevarnos a lugares inimaginables. Salida de su natal Santa Marta en Matanzas con el sueño de alcanzar los Estados Unidos, Dariagnis nunca imaginó que su viaje tendría una escala permanente en Tampico, Tamaulipas, donde el amor y las oportunidades la convencieron de quedarse.
Dariagnis llegó al sur de Tamaulipas en junio de 2023, en medio de la segunda oleada migratoria cubana, dice MSN. Lo que comenzó como una búsqueda de estabilidad en el «sueño americano» tomó un giro radical cuando conoció a su pareja en tierras mexicanas. Hoy, casi dos años después, está lejos de arrepentirse. No solo encontró el amor, sino también una nueva vocación que la ha consolidado como emprendedora en su comunidad.
En una pequeña esquina de la colonia Primavera, Dariagnis montó su negocio de tortas, donde ofrece una variedad que va desde las tradicionales de la barda hasta la estrella del menú: la torta “La Cubana”. Inspirada en los sabores de su tierra natal, esta creación combina ingredientes como huevo, jamón, queso blanco rallado, tomate, cebolla, aguacate y un aderezo especial, acompañado de zanahorias en escabeche. Su originalidad y sabor han conquistado el paladar de los tampiqueños.
“No imaginé que aquí podría construir algo tan bonito. Cuando dejé Cuba, pensé que mi única opción era llegar a Estados Unidos, pero aquí en Tampico he encontrado todo lo que buscaba: paz, estabilidad y una comunidad que me ha acogido con los brazos abiertos”, relata Dariagnis.
A pesar de las historias de inseguridad que escuchó antes de llegar a México, Dariagnis confiesa que Tampico ha sido un lugar tranquilo donde ha logrado establecerse junto a su hijo Alexander, quien está a punto de cumplir la mayoría de edad. Para Alexander, su madre es un ejemplo de esfuerzo y valentía: “Ella demostró que no se necesita cruzar fronteras para salir adelante. Aquí hemos encontrado todo lo que necesitamos”.
Un mensaje para los migrantes
Dariagnis no duda en animar a otros migrantes a considerar alternativas a los Estados Unidos. “Muchas veces pensamos que la única manera de prosperar es llegar al norte, pero no siempre es así. México me ha dado la oportunidad de construir una vida mejor sin tener que arriesgar tanto”, asegura esta cubana, que en sus redes sociales indica que es oriunda de Contramaestre, en el Oriente cubano.
Su mensaje llega en un momento clave, marcado por las recientes medidas decretadas por la administración Trump que endurecen los controles en la frontera y limitan las opciones para miles de migrantes. Estas políticas han incrementado el riesgo de ser deportados, incluso para quienes buscan asilo, y han dejado a muchas personas en situaciones de incertidumbre.
“El camino al norte no siempre es el más seguro, y a veces tampoco el más justo”, reflexiona Dariagnis. Ella reconoce que el sueño americano, aunque atractivo, puede convertirse en una trampa peligrosa para quienes se aventuran sin información adecuada o recursos suficientes. “En México, he encontrado algo que quizá no hubiera tenido en otro lugar: tranquilidad y una oportunidad real de trabajar por mis sueños”.
Ahora, con su negocio en crecimiento y el apoyo de su comunidad, la cubana Dariagnis se ha convertido en un ejemplo de cómo el sueño de una vida mejor no siempre está donde lo planeamos, sino donde las oportunidades y el corazón nos llevan.
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