La reinstauración del programa «Quédate en México» y la eliminación de la aplicación CBP One por parte de la administración Trump han generado una ola de incertidumbre entre los migrantes varados en México, incluidos miles de cubanos. Estas medidas no solo han modificado drásticamente los planes de quienes aspiraban a una vida en Estados Unidos, sino que también han desatado un debate entre los propios migrantes sobre las garantías y opciones disponibles para quienes decidan permanecer en México.
Esperanzas y realidades: las voces en las redes sociales
Una publicación del internauta Eyder La O Toledano en Facebook refleja el sentir de muchos migrantes cubanos.
«Es posible que cambien algunas cosas […] Fe que todo llega. Con el programa ‘Quédate en México’ la vez pasada, la gente entró y ya son residentes», comentó, mostrando optimismo ante un panorama que para otros parece desolador.
A su comentario se sumó Leopoldo Luis García: «Claro hijo, las aguas siempre regresan a su nivel. Este es el momento de la bulla. Nada más».
Sin embargo, Gedanys Hurtado aportó una perspectiva más realista al relatar su propia experiencia:
«Lo que hay que tener es paciencia, estuve en la frontera de México desde el 2019 y entré a USA en el 2021 con parol, con el MPP».
Estas historias destacan el contraste entre la fe en un cambio favorable y la dura realidad de los años de espera, incertidumbre y precariedad; pero es preciso señalar que, la primera vez que el programa se aplicó no había ocurrido un desmadre migratorio tal y como sucedió durante la administración Biden. En esta ocasión no solo Trump está dispuesto a dejar fuera a los que quieren entrar, sino que también quiere sacar a miles que ya están dentro.
Condiciones en México: entre la precariedad y la esperanza
Para miles de cubanos varados en Tijuana, Tapachula y otras ciudades mexicanas, la cancelación de CBP One cayó como un jarro de agua fría.
Según Emilio, un migrante cubano que lleva más de un año en Tapachula, «lo que sí tenemos claro es que para Cuba no hay regreso». Emilio, quien logró encontrar empleo como soldador, ha optado por adaptarse a las circunstancias y esperar un cambio en las políticas migratorias que le permita continuar su camino. «Quizá nos den algún crédito para emprender nuestro propio negocio, facilidades para radicarnos aquí y ayudas económicas», especula, en una nota publicada por el diario 14ymedio.
La situación, sin embargo, no es alentadora para todos. Gabriela Hernández, directora de Casa Tochan, un albergue para migrantes en Ciudad de México, describió las escenas desgarradoras que siguieron al anuncio de Trump: «Es muy triste ver llorar a un niño, pero fue más impactante ver llorar a hombres adultos. Es llorar y seguir adelante». Con recursos limitados, los albergues están desbordados, y muchos migrantes carecen de alternativas claras.
Críticas y divisiones en la comunidad cubana
El youtuber cubano Yander Serra por su parte, no escatimó en críticas hacia los cubanos que votaron por Trump, a pesar de tener familiares varados en México.
«El cubano es el bicho más malo que hay […] Por eso nos tienen que pasar las cosas que nos pasan», escribió en Facebook. Sus palabras reflejan la tensión y frustración dentro de la diáspora cubana, dividida entre quienes apoyan las políticas del expresidente y quienes las consideran un golpe contra los migrantes.
“Tanto que aquellos que podían votar, lo hicieron a favor de Trump, incluso teniendo a su madre o algún familiar esperando en México. Por eso nos tienen que pasar las cosas que nos pasan. Y ahora me pueden caer en pandilla… me da igual que me ataquen”, agregó.

Esta división también se refleja en los propios migrantes. Mientras algunos ven una oportunidad en las políticas mexicanas de integración, otros temen que la repatriación sea la única alternativa viable.
La postura del gobierno mexicano
A pesar de todo el miedo y la incertidumbre, la presidenta Claudia Sheinbaum anunció una de cal y otra de arena. Prometió medidas de atención humanitaria para los migrantes afectados, pero incluyendo la posible repatriación a sus países de origen.
Aunque aseguró que se brindarían apoyos iniciales como acceso al sistema de salud y un pequeño incentivo económico, las críticas no se hicieron esperar. Gabriela Hernández cuestionó la capacidad del gobierno para atender a los migrantes, señalando la falta de recursos básicos, como hojas para imprimir documentos oficiales.
Además, Sheinbaum dejó claro que la prioridad de México será garantizar el retorno de los migrantes a sus países. Esto pone en duda las esperanzas de quienes han comenzado a construir una vida en México mientras esperan una solución definitiva.
#MUNDO La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, se pronuncia frente a los decretos firmados por el presidente Donald Trump. Sobre la reactivación del programa "Quédate en México", que obliga a solicitantes de asilo a esperar en territorio mexicano, Sheinbaum aseguró que… pic.twitter.com/DmSQpOmNlX
— ÚltimaHoraCaracol (@UltimaHoraCR) January 21, 2025
En medio de este caos, el lunes pasado, nueve cubanos fueron detenidos en Tapachula, Chiapas, mientras aguardaban ser trasladados a la frontera por coyotes. Según las autoridades, cada migrante pagó 2.500 dólares por la travesía, sumando un total de 22.500 dólares. Una denuncia anónima alertó sobre la presencia de los cubanos en una vivienda que servía como refugio para traficantes, quienes abandonaron el lugar antes de que llegara la policía.
Los migrantes, al no poder acreditar su estancia legal en México, fueron trasladados a la estación migratoria Siglo XXI. Allí, las autoridades evalúan si tienen órdenes previas para abandonar el país o les emitirán nuevos documentos con un plazo de 20 días para salir del territorio mexicano. Este incidente pone en evidencia la vulnerabilidad de quienes, con recursos limitados, recurren a soluciones desesperadas que los colocan en situaciones de riesgo.
Entonces, ¿qué les espera a los cubanos? El debate sobre las garantías para los migrantes cubanos – y no – en México sigue abierto. ¿Serán suficientes las promesas del gobierno mexicano para quienes decidan quedarse? O, como expresó el internauta Eyder La O Toledano en Facebook, ¿deberán aferrarse a la fe mientras esperan que las «aguas regresen a su nivel»? Solo el tiempo y las políticas migratorias de ambos países lo dirán.