No hubo necesidad esta vez de decir su nombre, pero todos saben que en el momento en el que el presidente electo de Uruguay, Luis Lacalle Po, durante su intervención en una rueda de prensa de la Cumbre de la CELAC de este 2023, en Buenos Aires, Argentina, mencionó países que no respetan la democracia, estaba señalando otra vez con el dedo a Miguel Mario Díaz-Canel Bermúdez. Y a su cohorte: Nicaragua y Venezuela.
Lacalle Po fusiló a Canel y a otros, como él, que vienen a la cumbre a hacer política y no compromiso.
Cada una de sus palabras encajaban perfectamente en Díaz-Canel; y no dejó espacio para que el gobernante cubano sacara otra vez a relucir su veta de crítico musical. Como recordarán muchos, fue el presidente uruguayo quien habló de «Patria y Vida» y Díaz-Canel , sin nada qué decir valioso, le criticó su gusto musical.
Aquel otro momento, histórico por cierto, aconteció en otra cumbre de la CELAC, la efectuada en México en el año 2021.
“Que no siga corriendo la sangre, por querer pensar diferente, quién le dijo que Cuba es de ustedes, si Cuba es de toda mi gente”, citó el mandatario uruguayo entonces, arremetiendo contra el gobierno cubano. Y ahora, sin alusiones al cuasi himno Patria y Vida, no fue tan diferente.
Su frase de que hay países «que no respetan ni la democracia ni las instituciones ni los derechos humanos» acompañaron la advertencia de «para que estos foros subsistan no pueden tener el carácter de club de amigos ideológicos».
«Es más, en la variedad y en el cambio y en la alternancia, estará la fortaleza de esta organización, de este foro», recalcó el mandatario uruguayo.
Lacalle Po pidió no tener «una visión hemipléjica» de los problemas en la región e hizo alarde de tolerancia y respeto a las voces diversas cuando dijo:
«Yo he escuchado discursos que comparto casi totalmente, discursos que comparto la mitad y discursos que no comparto casi nada».
También el presidente de Chile, Gabriel Boric, lanzó críticas contra los regímenes autoritarios de la región, al pedir la liberación de los «opositores que aún se encuentran detenidos de forma indigna» en Nicaragua, aunque curiosamente no mencionó a Cuba.
Hizo votos, Boric, por la restauración de la tranquilidad ciudadana en Perú.
«El saldo que ha dejado el camino de la represión y la violencia -tras el fallido autogolpe de estado del ex presidente Pedro Castillo- es inaceptable», agregó el mandatario chileno quien, sin embargo, no hizo ninguna alusión directa a Cuba a no ser para criticar el embargo norteamericano a la isla.
Díaz-Canel, visiblemente contento por la pala chilena, agradeció «a esta Comunidad y a sus Estados miembros, por su contundente reclamo para que se retire a Cuba de dicha lista [de patrocinadores del terrorismo] y se levante el bloqueo» y minutos más tarde clavó rodilla en tierra con lo que llamó «legítimos Gobiernos de Venezuela, Nicaragua y Bolivia, sometidos a persistentes intentos de desestabilización».
con información de 14ymedio
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