Con más de 30 años de experiencia, el cineasta y actor cubano Jorge Molina se graduó este miércoles de la Universidad de las Artes, también conocida como Instituto Superior de Arte, de La Habana.
Tras haber graduado a muchos directores de cine y artistas en la isla a lo largo de las últimas tres décadas, el destacado realizador recibió un título de Oro que, según él mismo afirmó en redes sociales, “más que Oro, es multiplatino, es doctor honoris causa”.
Para Molina, de 57 años, es “divertido, triste y hermoso al mismo tiempo” obtener un título universitario luego de pasar “toda mi vida haciendo arte con pasión y con honestidad” y “transmitiendo mis conocimientos a varias generaciones”.
De igual forma, el realizador nacido en Santiago de Cuba aseguró que “es una locura” que, “aunque tu trabajo te anteceda y hable por ti, tengas que mostrar un papel para que te respeten a nivel institucional, claro, desde el poder”.
“He sido un verdadero influencer para muchos cineastas, actores y personas amantes del arte. Un verdadero influencer, no un idiota con millones de seguidores”, destacó el creador cuya obra se ha desarrollado al margen del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos y sus circuitos de distribución.
“Nada, me siento como Dustin Hoffman en ‘The Graduate’!!! ¡¡¡Solo que ahora me gustaría que la señorita Robinson, Anne Bancroft, me estuviera esperando en mi habitación!!!”, añadió Molina, que estudió realización en el Instituto Estatal de Cine de Moscú, en Rusia, y dirección en la Escuela Internacional de Cine y TV de San Antonio de los Baños, en Cuba.
Aunque con bajos presupuestos, las realizaciones de quien se autodefine como un cineasta alternativo destacan por ser de las pocas hechas por cubanos que se centran en el cine fantástico, de horror, y erótico. Entre su numerosa filmografía como realizador, destacan: ‘Molinaʼs Culpa’ (1992), ‘Molinaʼs Test’ (2001) o ‘Molinaʼs Ferozz’ (2010).
Molina, considerado un director de culto dentro del cine independiente cubano, ha interpretado papeles en filmes propios, o de otros realizadores, como es el caso de películas de Fernando Pérez como ‘Madagascar’, ‘La vida es silbar’, y ‘Madrigal’; y de ‘Juan de los muertos’, de Alejandro Brugués.
