Hospitales sin médicos son responsabilidad del gobierno

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Los médicos cubanos no son responsables de la desorganización del gobierno de la isla, que tras un año y medio de pandemia ni siquiera almacenó reservas de oxígeno.

Más allá de los números, más allá de los efectos de la pandemia, una realidad es innegable: hay más de un hospital y policlínico sin médicos, y de eso no es responsable el pueblo, sino el gobierno.

La responsabilidad del gobierno, desorganizado, que se lleva los médicos y los trae de vuelta; que gasta recursos en traerlos y vuelve a gastar recursos en enviarlos fuera. Mientras, los que sufren, son los cubanos de dentro.

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Un artículo aparecido en el diario oficialista Juventud Rebelde parece tirarle un salve al soberbio Primer Ministro de Cuba Manuel Marrero Cruz, al abordar un hecho que si se mira bien, del lado correcto, y no desde el lado del que lo miró el diario, no es culpa del personal sanitario en la isla, sino de la mala gestión del gobierno; y claro, de la dichosa enfermedad de los mil demonios: el coronavirus.

Sin embargo, la «denuncia» aparecida en el periódico parece culpar -otra vez- a los médicos «estresados», que otra vez aparecen como los «malos» de la película. Una situación que hay que vivirla, y que claro se adereza con esas fallas en el sentido común que siempre aparecen en hospitales y políclinicos.

Bajo el título de “Duele mucho”, y aparecido en la sección Acuse de recibo del diario oficialista, el periodista José Alejandro Rodríguez recoge dos denuncias de desorden en el protocolo Covid, acontecidas en centros asistenciales del país.

Pepe vuelve a hurgar en una herida reciente, y «resume» como responsables de lo sucedido al personal de salud.

También «culpa» a aquellos que no tienen o tienen baja percepción del riesgo (otra vez la «gente»), en una suerte de bitácora de «la mala actitud de ciertos profesionales de la salud». No hay dudas de que el Juventud Rebelde valiéndose de una carta -o más bien dos- intenta sacar las castañas del gobierno del fuego y señalar como responsable del colapso sanitario y la mala gestión de la pandemia, no al gobierno, que ni oxígeno tiene para suministrarle a los enfermos y que, luego de un año y medio de pandemia no previó una situación de abastecimiento con algo -oxígeno- que está por toneladas en el aire.

El relato del doctor Antonino Gómez Cantillo, de Pinar del Río, que arroja leña al fuego del incumplimiento de protocolos Covid en centros hospitalarios, al quejarse de la atención recibida en el policlínico Raúl Sánchez, al que asistió acompañando a su padre, es más de lo mismo. Señalar la «desorganización existente” y las demoras injustificadas, en encuestas epidemiológicas y pruebas PCR -amén de incumplimientos de distancias de seguridad y no utilización de los nasobucos-, a las que se suma la «apatía del personal de salud,» sin indagar en las causas, puede ser no tanto reflejo de que los culpables fuesen los sanitario del policlínico Raúl Sánchez, que muy probablemente, sin recursos, tratan de hacerlo lo mejor que pueden; incluso poniendo en riesgo su salud.

De esto nada dice el Juventud, que habla de colas por falta de personal médico, pero que no menciona como Díaz-Canel los manda a cumplir misiones en otros países, mientras dentro los cubanos mueren por cientos cada día.

Luego recoge otra denuncia en la que Jorge Reyes Ochoa, de Holguín, menciona que «el doctor Durán insiste (…) en el cuidado a las embarazadas», olvidando que este es el mismo «Dr.» que bendijo sendas manifestaciones de apoyo al régimen.

Este último, Reyes Ochoa, por suerte, mencionó que «nuestros galenos han enfrentado esta pandemia de forma heroica, y siempre con el mismo cariño y respeto por sus pacientes…» pero dijo sentirse adolorido por hechos vistos en un centro de salud donde fue ingresada su esposa.

Una vez más la prensa oficialista elude señalar como responsable al gobierno cubano de la debacle ocurrida, y mientras arroja culpa a los médicos, perdió una buena oportunidad para intentar ponerse del lado de la verdad.

También en Cienfuegos hay déficit de médicos

Una verdad tan grande como un edificio en Nueva York. Una verdad que se repite en varios territorios del país. Nos referimos a la ausencia de personal de la salud para enfrentar la pandemia.

Si bien es un asunto que no pocos países han enfrentado en este año y medio de coronavirus, lo visto en Cienfuegos «no tiene nombre».

En un Centro de Aislamiento montado en el Preuniversitario de Ciencias Exactas Carlos Roloff, el gobierno tiene apenas dos médicos para atender a 250 enfermos de coronavirus.

Al hablar sobre el hecho, otra vez Félix Duarte Ortega, miembro del secretariado del Comité Central y Primer Secretario del PCC en Cienfuegos, criticó la falta de personal sanitario para atender a los pacientes y dijo que ello incide en la calidad de la atención, «y representa una sobrecarga para el personal asistencial que labora en esos espacios».

Tampoco Félix Duarte habló de los médicos que «exporta» el gobierno en plena pandemia, pero sí dijo que hay un déficit de 446 médicos en toda la provincia.

El déficit incluye al personal de enfermería, «esencial para las dinámicas protocolares de la lucha contra el virus SARS-CoV-2 y que ya reporta sillas vacías en los primeros días de agosto», agrega por su parte el diario 5 de Septiembre, en un texto escrito por la otrora apaleada Zulariam Pérez Martí, una «pluma» tan buena, que una colega y amiga señala hoy que «no sabe qué hace todavía escribiendo en esa porquería», dirigida por la cuadro partidista Mercedes Caro.

El reporte periodístico, que unos ¿diez? años atrás, ahí mismo en el 5, no hubiese durado ni un round en la mesa del director por «irrespetuoso», criticó también la calidad de los alimentos que se ofrece a los pacientes en los centros de aislamiento. Centros de Aislamiento que, evidentemente, no se asemejan en nada al Centro de Aislamiento donde la viceprimera ministra Inés Chapman pasó el coronavirus, junto a su hijo adolescente.

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Duarte Ortega, según recoge Zulariam en su nota, expresó que «por un lado van los criterios de la población y por otro los informes de las comisiones», un hecho que a tenor del pastel salido ayer del horno del Comité Central y nombrado Decreto-Ley 35, bien que pudiera enjuiciar por «fake news» a quienes trabajan en esas comisiones que no son otra cosa que una caterva de individuos falseando datos y engañando a todo el mundo; principalmente al pueblo.

«Hay problemas con la comida, que en no pocos se ha dado el desayuno a deshora y el almuerzo sale en la tarde. El pueblo no se equivoca. No podemos pensar que esto anda bien y en los informes tal parece que sí, la verdad siempre sobre la mesa», dijo el funcionario, que parece alimentarse demasiado bien desde que está en el cargo, pues diez años atrás pesaba muchísimas libras menos.

Cienfuegos es en este momento el territorio de Cuba con mayor porcentaje de positividad de COVID-19 con un 53.2%, según datos oficiales del Ministerio de Salud (MINSAP) revelados en el parte de este miércoles; una realidad que dicha así fríamente no recoge ni por asomo, el drama que viven enfermos y familiares de los pacientes con la escasez de oxígeno en los hospitales; así como la falta de medicamentos e insumos para que los médicos puedan ofrecer el servicio de calidad que reclama el Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia, y el que el pueblo de Cienfuegos merece.

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