El gato no estaba ni triste ni azul, sino acurrucado dentro de una maleta. Ah, en el aparato del scanner, se veía de color rojo.
¡Este mundo está loco! O la gente que vive dentro de él, está loca. Los que viajan, principalmente. Ya en días pasados una mujer intentó colar por el aeropuerto un arma metida dentro de un pollo. Ahora, llega «su primo», quien intentó pasar por la aduana, dentro de una maleta, ¡un gato vivo!
¡Como les cuento! Estas cosas, son del diablo. Y si hay un gato por el medio, con sus siete vidas encima, pues más satánicas son.
Dicen que los gatos son seres «supraterrenales». Son capaces de ver demonios. Almas en pena. Espíritus vagando en el limbo, entre el cielo y la tierra. Uno, los ve de día, pero también por las noches. Van por los tejados. Maullan, hace ruido, se trepan a los árboles y sí, son queridos. Algunos son más queridos que otro.
Este parece ser el caso de este señor, quien aparentemente no quiso dejar a su gato detrás. Lo echó en una maleta y emprendió el viaje. Bueno, eso parecía.
Al menos sirvió para darle una enseñanza a la gente de la TSA, quienes pueden ahora decir que lo han visto todo en la vida. Es decir: en el scanner de seguridad. El aparato de rayos X que permite ver lo que hay dentro de una maleta sin tener que abrirla.
Y es cierto, estos agentes han visto ¡de todo! Ya les dije que hace apenas unos días vieron un arma metida dentro de un pollo. Y ahora, ¿ven un gato?
Según la portavoz de la TSA, Lisa Farbstein, el agente que vivió esta anécdota, digna de ser contada a sus nietos, quedó «conmocionado».
El gato, vivo, estaba acurrucado dentro de la maleta. A su lado habían varias botellas, copas de vino y unas chancletas.
Todo eso lo pudo ver el agente de la TSA cuando, al mirar la imagen de rayos X en la pantalla de su ordenador, pudo apreciar lo que era el claro contorno del felino, que aparecía en la imagen con el color del mismísimo diablo: rojo.
El hombre dueño de la maleta, y aparentemente del misifú, iba a viajar desde Nueva York a Orlando, Florida, el pasado 16 de noviembre en un vuelo de Delta Airlines.
Sin embargo, en uno de los aparatos de scaneo del aeropuerto JFK, un oficial de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA), descubrió el animal.
«Un oficial de la TSA se sorprendió al encontrar un gato naranja dentro de una maleta registrada en el aeropuerto JFK, después de que pasó por la unidad de rayos X», escribió en Twitter la vocera Farbstein.
En el post, Farbstein compartió la imagen del scanner.
Aparentemente el hombre no sabía que el animal estaba allá dentro. O al menos eso dijo.
Cuando fue contactado por los agentes de la TSA, el sujeto dijo que el gato no era suyo, sino que pertenecía a otra persona de su casa.
«No sabía que estaba ahí», comentó.
Devolver el animal a su casa le costó perder el vuelo. Tuvo que viajar al día siguiente.
Y sí, claro, dejó el gato en la casa.
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